La pelirroja se encontraba caminando con paso apresurado por la mansión cuando se percató de algo inusual colgando de la pared.
Hacía un par de meses que sorpresivamente Tony se interesaba mucho por el arte y gracias a eso se había vuelto algo usual encontrar lienzos colgados por todas las paredes; sin embargo eso que había visto la pelirroja era ligeramente diferente a lo que usualmente se veía por las paredes de los pasillos de la mansión, este carecía de color y lo único que prevalecía en la tela pálida era un diminuto dibujo de una flecha. La cual, a decir verdad, parecía bastante fútil al encontrarse completamente sola en la tela.
Tan extraña como parecía la pintura, le pereció a la pelirroja aún más extraño que la flecha estuviera apuntando hacia una dirección determinada: directo hacia un par de metros al frente donde se encontraba un pequeño trozo de papel con letras en él.
"Ahora ve a la cocina"
Los ojos de Natasha se abrieron de golpe, escépticos a lo que leían, pues parecía que la nota había sido dejada hacía un par de minutos y la persona que lo había dejado sabía que ella se encontraba ahí.
La pelirroja se imaginó que sería una de las bromas estúpidas de Tony y lo primero que se le pasó por la mente fue ignorar la nota, no obstante algo dentro de ella (mejor conocido como curiosidad) hizo que sus piernas comenzaran a caminar hacia la cocina.
Una vez estando ahí se topó con algo igual de inusual: una pop tart sobre la barra esperando a ser comida.
Al ver el alimento de esa forma lo primero que se le pasó por la mente fue una imagen rápida de Thor. Lo cual le hizo dudar si realmente se trataba de Tony, puesto que este usualmente no molestaba a al semidiós por miedo a ser golpeado, lo cual tenía todo sentido.
La pelirroja tomó el pequeño empaque con la yema de sus dedos y observó detenidamente las letras de ingredientes e información nutrimental encontrándose en éste último unos símbolos muy conocidos para ella.
Puntos y líneas. Lo que dejaba en claro que se trataba de código morse y con ello la pelirroja desechó totalmente que todo era obra de Tony, y el primer nombre que se le vino a la mente fue el del primer vengador.
Pero ¿por qué el capitán le dejaría un mensaje que sólo ella entendería? Todo carecía de sentido para Romanoff, su amistad con él se limitaba a un par de palabras y misiones, además de que al rubio no le gustaban mucho los juegos que le hicieran "perder tiempo". Por lo tanto nada de lo que veía tenía sentido.
Se había encontrado en el lienzo una flecha y después una pop tart, lo que le había hecho pensar en dos de sus compañeros y amigos, Clint y Thor. Así que la pelirroja leyó la siguiente instrucción y se dirigió al lugar que se le encomendaba.
Cuando llegó al laboratorio algo comenzó a cobrar sentido para la pelirroja haciendo que una ligera sonrisa se escurriera por sus labios. Entrecerró los ojos dudando y se llevó una mano al mentón, hasta encontrarse con lo que, al igual, le pareció inusual.
Las gafas del Dr. Banner se encontraban abiertas y tenían un cristal estrellado y el otro completamente roto, lo que hizo pensar a Natasha que Bruce se había convertido en Hulk, pero eso era bastante improbable o casi imposible, ya que el ambiente era acogedor y misteriosamente silencioso.
La rusa se acercó a las gafas de Banner y las tomó con delicadeza para examinarlas, dándose cuenta que al mirar a través del cristal que permanecía sólo estrellado se podía ver en sombras la palabra BAÑO. Lo que llevó a Romanoff a un debate con sí misma, puesto que había bastantes baños al rededor de la mansión y no sabía a cual dirigirse.
Después de meditarlo un par de minutos a la pelirroja le pareció viable dirigirse al baño de la sala de estar puesto que era el más grande y habría sido de los más obvios para dejar una nota. Así que emprendió camino y salió del laboratorio con diversas preguntas en la cabeza.
Cuando abrió la puerta la luz se encendió de golpe y el aire acondicionado se apagó, dejando un olor a humedad dentro del sanitario. Los ojos de la pelirroja finalmente se acostumbraron a la luz brillante y pudo ver claramente lo que se encontraba en aquel lugar. Entró y cerró la puerta tras de sí y el aire volvió a encenderse. Se dirigió con paso apresurado al lavamanos para poder percatarse de lo que veía no era un chiste, pues se encontraba un pequeño hielo a medio derretir con una estrella dentro lo cual dejaba muy en claro lo que quería decir, y gracias a eso despertó aún más la curiosidad de Natasha sobre quién había dejado todas estas cosas.
La pelirroja giró su rostro a diferentes direcciones en busca de la siguiente instrucción cuando se dio cuenta que se encontraba escrita en el espejo frente a ella con lo que parecía lápiz labial, lo cual le hizo dudar de que todas esas misteriosas notas fueran por partes de sus amigos.
¿Sorprendida? Ahora ven al jardín.
La pelirroja frunció el ceño para después abrir el grifo y arrojarse una chispas de agua al rostro al parecer preguntándose si todo era verdad, pues parecía una vil broma. Al cerrar el grifo se miró al espejo y se decidió a ir a buscar lo que parecía la última pista.
Cuando salió al jardín, lo único que le pareció inusual fue ver una lata pintada de color dorado con una pequeña flor encima.
La lata le hizo pensar al instante en en Tony y la flor en Pepper lo que explicaba en una parte el labial del espejo, sin embargo la pelirroja no creía que todo fuera obra de ellos porqué no habría razón de haberlo hecho todo.
Natasha se acercó a la lata y se asomó a ver lo que había en el interior de esta, encontrando un pequeño trozo de papel rosado y con un cordón atándolo. La pelirroja decidió desatarlo e investigar que era lo que decía dentro.
Hola Natasha, hace unos minutos te has encontrado con cada uno de nosotros, la flecha, la comida de Thor, las gafas de Bruce... En fin, te has encontrado con algo que nos identifica, que forma parte de nosotros como persona y estoy casi seguro que has pensado que esto es obra de Tony. Pues no Nat, no es obra de él, es mía, de Clint Barton, yo he ido dejando cada una de estas piezas para que finalmente puedas llegar aquí, y debo decirte: gracias, gracias por haber llegado hasta aquí, puesto que tengo algo muy importante que decirte: somos una familia. Tú, Tony, Bruce, Steve, Thor y yo, los seis pertenecemos a esta loca familia y todo te lo debemos a ti, y yo al menos te lo agradezco muchísimo, sin embargo Nat, debo decirte que a pesar de que me gusta esta gran familia que ya tenemos me gustaría algo más personal, no sé... Dime, ¿Quieres formar una familia conmigo?
La pelirroja por un momento dejó de respirar y lo único que hizo al escuchar un par de pasos detrás de ella fue girar, topándose con el arquero quien sostenía en sus manos un pequeño anillo.
No hubo pregunta, no hubo declaración, la simple sonrisa de Natasha era más sincera que todas las palabras que pudo haber dicho, sellando de esta forma una nueva promesa con quién sería ahora su nueva familia.