Ángeles

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Y pasaron los días, no los conté, no necesitaba hacerlo para saber que todo había terminado, no necesitaba torturarme más «Él encontrará alguien mejor» «Encontrará a alguien más» «No mires atrás, ya esta hecho» «No vuelvas a llorar, no vuelvas a romperte»

***
Un día antes de que se fuera lo vi, se le veía feliz, reía y sonreía, y en días yo también lo volví hacer, aunque hubiera sido un pequeño momento, yo lo hice.
Había gente en el lugar he intente acercarme, «Una vez más solo te hará daño» me acerque, y vi la mano, la cual me acogió, me dio amor, me dio un lugar, esa mano, estaba tomada de otra, la cual no me pertenecía «Estúpida». Yo no deje deje de sonreír, no lo hice por más que mis ojos se llenaron de lágrimas, yo me fui de allí sabiendo que seria la última vez que lo vería, yo quería que me recordará como el primer día que nos vimos, no como estaba ahora, una chica rota, eso es lo que él vería, y estoy segura que no tendría el valor de repararme.
No me eche a llorar hasta llegar a casa, tenía un nudo en la garganta.

***
Me quede dormida y cuando desperté no vi a nadie en casa «Por qué debería estar alguien aquí» Siempre estoy solo aquí, por ahora, reinaba el silencio, cosa que agradecí, pero cuando ellos llegaran, el silencio seria reemplazado por gritos.
Me quede viendo mi techo por unos minutos, mi corazón latía aceleradamente, no quería hacerlo, pero no tenía opción.
Empezó a caminar por el pasillo viendo las fotos, las cuales aportaban los mejores momentos que le dio la vida, sin duda iba a extrañar a su hermana menor. Salió de la casa y se dirigió hacia la playa.
No miro atrás, no necesitaba hacerlo para saber que había ahí. Se puso a pensar en todo lo que había pasado, cuando empezaron los gritos, cuando ella lo conoció a él, cuando todo estaba bien, cuando había más gritos y cuando él ya no le pertenecía.
Se quedo parado, admirando todo, guardándolo en su mente, cada sonido, cada olor, cada sensación, ella miro hacia abajo y vio como las olas le daban la bienvenida y ella abrió los brazos convenciéndose así que lo mejor, que ya no sentiría, que ya no lloraría y no se preocupara, porque ella ya no viviría.
- Los ángeles pueden volar - y ella saltó.

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