Cal

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Mi historia siempre fue caótica para todos los que me rodeaban, en especial mi familia, dada mi condición era muy difícil socializar con personas que desconocían de mi padecimiento, ya que un día podía ser un gran niño y al siguiente ni siquiera recordar sus nombres, a ojos de los demás. Mi nombre es Cal y tengo un trastorno de identidad disociativo o síndrome de personalidad múltiple, soy como muchos llaman "el que toma el control", realmente es difícil tratar de explicar a todos por lo que paso a diario y no siempre soy yo el que se los explica.

Hace aproximadamente 11 años perdí el control sobre mí mismo, no recuerdo una fecha exacta pero si algo que sucedió. Era un niño de 10 años en la fiesta de Félix, mi mejor amigo, siempre estábamos juntos y nunca faltaba el que nos lo recordaba con un chiste estúpido, nunca les dimos la satisfacción de reaccionar ante los burlones ya que nosotros no lo veíamos como algo malo, nos considerábamos hermanos y hasta la fecha. En esa particular fiesta los burlones decidieron que sería buena idea intentar golpearnos en el parque que quedaba a 1 cuadra de la casa de Félix, eran 5 contra 2, no les importaba que fuera injusto, nos persiguieron hasta que me derribaron y Félix intento regresar para incorporarme, nos tomaron de los brazos dejándonos expuestos a golpes en el abdomen y cara, a pesar de que los golpes no fueron tan duros me sentí furioso por ver como golpeaban a Félix mientras les pedía que pararan.

Fue en ese momento que algo dentro de mí despertó, como un perro furioso entrenado para asesinar, ese algo dentro de mí me empujó fuera del control de mi cuerpo y después de eso solo puedo recordar imágenes de lo que sucedió. Ese día Jax nació, una variante de mí rebelde, fuerte, sin problemas para defenderse y con muchos problemas con las figuras de autoridad, aunque me ha salvado varias veces, no sabe cuando parar.

Cuando volví estaba rodeado de policías, padres y niños con muchos moretones, sangre y huesos rotos, no lo lograba entender en el momento pero por alguna razón yo era el responsable de lo que pasó, mentiría si dijera que no sabía que había pasado pues de cierta manera lo recordaba como un sueño, por suerte una cámara de seguridad de una farmacia al otro lado de la calle captó el momento en que molí a golpes a esos niños, no lograba entenderlo, era yo pero no era yo, no podía creer que lo que pensaba que era un sueño fue una verdadera pesadilla para esos 5 niños. Por fortuna se comprobó que fue en defensa propia y no tuve represalias severas, pero si un montón de preguntas con lo que pasó ese día, por más que intentaba explicar a mis padres no lograban entender, pensaban que estaba mintiendo, aunque a decir verdad yo tampoco entendí hasta muchos años después, fui castigado un par de meses por mentir y mis padres no le dieron más importancia al asunto, no había manera de comprobar que no fui yo cuando hay un video que probaba lo contrario. Pasó un tiempo y llegue a pensar que fue la adrenalina la que causó mi pérdida de memoria, me sentí más tranquilo, pues era algo muy entendible en ese tipo de situaciones, por fin descansé de esas cuestiones que bailaban en mi mente todos los días.


Memorias de mis otros yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora