Confesiones de una típica adolescente

Trabajo en equipo

Martes, el segundo día mas pesado de la semana... Según Julieta.

Hoy llevaría a cabo su seductor plan... Intentaría seducir a el chico mas guapo del secundario.

Su vestimenta, de ese día era... unos jeans bastante rasgados, mostrando su carnosa piel, blanca y un top azul, con escrituras Keep Calm and Love all. Maquillaje?, ella no usa... pero tiene unas cuantas petacas que le obsequiaron por su cumpleaños.

Bajo a despedirse de su madre, la cual ya estaba levantada vistiendo su uniforme de trabajo, unos pantalones negros que se ajustaban perfectamente a la figura de su madre, y una camisa manga tres cuartos blanca. Se preguntarán en que trabaja?, pues ella trabaja en atención al público en una tienda telefónica. Un trabajo bastante agotador, ya que en ocasiones recibe o escucha insultos por parte de la otra línea.

Ya me voy madre,–le decía mientras se despedía de la ya anteriormente nombrada.

–Bien cariño, cuídate recuerda que hoy llegaré tarde... a y cuando regreses del secundario estará en casa Betty, ya que cuidara a Luciano.

Dicho eso, la chica asintió y se fue a tomar como solía hacer, el metro. Por alguna extraña razón paso justo a tiempo, quien entiende a los metros se cuestionaba.

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Llegó, unos cinco minutos antes de que empezaran dichas clases... Hoy tocaba Filosofía, lo que activaba una campanita en la cabeza de Julieta, dormir y cuestionarlo todo.

Entro al salón, captando la atención de todos los presentes.

–Que ha pasado?, tía has llegado antes de comenzar, esto no puede ser bueno,–decía con ironía, su gran amiga Luna.

–Pero que estáis diciendo, no seáis tonta...–le decía, sentándose mientras comenzaban las clases.

Durante la clase de filosofía, el profesor Adrien Real asigno hacer un trabajo en equipo, os cuales el nominaría.

Comenzó a dictar nombres al azar, y para la sorpresa de la chica la asigno con Macías, la suerte no podría estar mas a su favor. Giro un momento mirando hacia atrás, giñandole el ojo al chico, el cual sonrió pero poco después desvió su vista, ya que se sonrojo.

Por lo visto, el chico no se movería de su lugar, haciendo que la chica se moviese hacia allí.

–Hola Kevin, saludo alegré mientras tomaba asiento. A lo que el chico correspondió su saludo.

–Hola Julieta, –le decía y acto seguido se disponía a comenzar a leer el trabajo, era el tema de os argumentos. Eso era detestable pensaba la chica ojiceleste.

–Detesto este tema, decía la hermosa sexi voz de Kevin.
Joder!!!, si sigue haci de bonito no se que voy a hacer pensaba la chica. A lo que acoto con un simple –No te preocupes, yo igual!.

La ojiceleste, puso su mayor esfuerzo en el trabajo, ya terminado... dándole comienzo a su alocado plan.

–Oye, kevin!...–le decía la chica llamándole la atención al chico ojiverde.

–Que pasa, Julieta?.–Respondía el chico cortante.

–Sobre lo que me haz dicho el otro día...–comenzaba a decir tímidamente la chica.

El chico hizo un gesto con sus labios, dándole a entender que lo ponía en una situación incómoda.

–Ah, si... Eso,–le decía intentando encontrar palabras adecuadas al tema.

–Sabes que, le comenzaba a decir la chica...–No entendí muy bien a lo que te referías. Pero te tengo una sorpresa...–comenzaba a susurrarle en su oído.

–Que, clase de sorpresa...–decía el chico nervioso, aunque lo disimulaba muy bien.

–Si te digo, deja de ser sorpresa... Tonto.–Le decía la ojiceleste separándose de su lado.