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Nuevamente dejó de escribir en su portátil para oír como su teléfono sonaba en algún lugar de su habitación. Bufó resignado y se levantó del asiento buscando con la mirada el aparato que no dejaba de sonar estridente, y una vez lo encontró presionó un diminuto, pero visible botón, el cual se encontraba en la parte superior del teléfono, causando que el ringtone que le indicaba que un nuevo mensaje le había llegado, dejara de sonar. Desbloqueó la pantalla y abrió con mucho desinterés la bandeja de mensajes. Sonrió con burla al ver de quién se trataba.

√ ¡Oh, cariño! ¿Cómo está mi querido caballo? No he sabido nada de ti desdé hace un mes. No seas un mal hijo y llama a tu vieja madre.

Cuando dejó de leer el contenido del mensaje no pudo retener un suspiro de fastidio. Su madre era tan ¿acosadora?.. Resignado marco el número de ella y espero a que contestara. Luego de dos pitidos escucho la quisquillosa voz de su madre del otro lado de la línea.

- ¡Hasta que te dignas a llamar a tu madre!

Le había escuchado decir con voz resentida, por lo que solo pudo torcer sus ojos y responder sin ganas.

-Estoy ocupado como para... llamarte madre.

-Nunca tienes tiempo para mí.

Contradijo su madre. No podía discutir con ella, ya que en cierto modo así era. Su trabajo le quitaba mucho tiempo como para ir a verla así que decidió asentir, dandole la completa razón, aun sabiendo que ella no lo veía.

Y mientras él se quedaba en silencio su madre retomaba la palabra para así desviar un poco el tema, sabiendo de ante mano que su hijo se negaría a lo que le pediría.

-Amor, hablando de otra cosa... ¿Sera mucho pedir si regresas a Corea? Necesito algo de ayuda con tu hermano. Él está mas serio de lo normal. Me pregunto, ¿si sera por el desarrollo...?

No pudo contenerse y sonrió burlesco. Su madre era tan peculiar. Le agradaba saber que ella no había cambiado durante esos 3 años que él había pasado lejos.

- ¡Mamá!.. estoy muy cansado para viajar a Corea, ¿te sirve si voy dentro de un año o diez?

- ¡Dejate de bromas, Hoseok! Hablo enserio.

-¡Ah!.. No lo molestes, puede ser que la universidad lo tenga de mal humor... ¿Puedes darle su espacio?, no creó que sea necesario que andes de acosadora. No exageres...

Con gran pesar se sentó en el borde de la cama y suspiró cansado. Tenia tantas cosas que hacer y en que pensar que le era algo molesto que su madre lo llamara solo para quejarse de su hermano.

Ya era la segunda vez que su madre le pedia ir a Corea. ¿Realmente Jungkook estaba tan rebelde? ¿No lo era ya? Siempre pensó que no conocía a su hermano del todo y así era. La verdad nunca entabló una conversación con el chico y no era como si le molestara eso, ambos se ignoraban; puesto que desde pequeño él siempre estuvo viajando de aquí para allá, y al parecer al menor eso tampoco le molestaba. Quizás era un mal hermano.

Infiltrados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora