Capitulo único.

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Sufrí.

Estaba mal, desde el día que me dejaste.

Ese día que me gritaste "Cállate, ya no me importas" es sufrido mucho.

Lloraba por las noches, me sentía fatal.

Ya no sonreía, me costaba tener energía, apenas comía, era un infierno.

Sin duda lo era, pero lo era aún más cuando me entere por parte de mi amiga que tú salías con Chloe después de que termináramos, eso me hizo sentir aun peor.

Ahí mis ilusiones de volver a estar juntos se fueron al diablo.

Me odie por días.

Por no ser lo suficientemente buena para ti.

Por no ser tan desarrollada como lo eran las demás.

Por tener miles de defectos.

Sin duda el amor no es para mí.

Eso ya me quedo claro, nadie me quiere ni me querrá.

Pues claro quien quiere estar con una chica, estúpida, torpe, tonta, poco desarrollada e infantil.

Nadie, porque todos quieren a las chicas desarrolladas, a las que son bonitas, no feas, con valores y sentimientos como yo.

Odio esto.

Odio el hecho de que me dejaras cuando te amé realmente.

Te llamaba por las noches deseando poder hablar un poco contigo, y tú siempre ponías de excusa que tenías sueño.

Oh las veces que iba de visita a tu casa y tus padres me decían que no estabas, que habías salido con tus amigos.

Las llamadas que te hice cuando tus padres me llamaban a la noche preguntándome si estabas conmigo, y yo te llamaba desesperada de que nada malo te ocurriera, y resultaba que estabas con Chloe.

Las veces que nos cruzábamos, y te pedía una cita, y me lo negabas poniéndome alguna excusa tonta.

Dolieron aunque no lo supieras, me hacía pensar que era una tonta, una tonta que creía y mantenía viva la esperanza de tener una cita.

A veces cancelaba salidas con mis amigas, por pedirte para que nos juntáramos, aunque sea una vez, o al menos escucharte, pero casi nunca contestabas, y cuando lo hacías decías que ya tenías planes con tus amigos.

Oh cuando tú me llamabas pidiéndome que nos juntáramos, y yo te decía que no tenia planes que estaba bien, y luego tenia que llamar a mis amigas informando que no iría que al fin saldría contigo, pero después de que me preparara y arreglara tu me mandabas un mensaje diciendo que no podías, y yo tenia que quedarme en casa, llorando, despeinándome, borrándome el poco maquillaje que me puse, mandando todo al demonio, maldiciendo a todos, por ser tan estúpida.

Honestamente me dolían, me partía el corazón, perdía las esperanzas de que realmente me amabas, poco a poco.

Sé que me mostraba fuerte y sonreía a pesar que por dentro, mi corazón se iba apagando poco a poco.

Recuerdo que una vez en navidad les había pedido a mis padres que me dejaran quedarme en casa una navidad, para poder entregarte un regalo mío, tú me habías dicho que estarías en casa con tus padres celebrando las navidades, fui a entregarte el regalo, y resulta que te habías ido con tus amigos de fiesta, y yo tuve que volver a casa con tu regalo, el cual era un suéter rojo y verde que había diseñado exclusivamente para ti.

Días después, vino mi cumpleaños, yo te espere, espere un estúpido mensaje tuyo, pero jamás llego, les dije a mis amigas que no quería ir a ningún lado con ellas, porque tenía esperanzas de que vinieras a mi casa a desearme un maldito feliz cumpleaños, pero como era de esperarse nunca viniste, no me llamaste, no me mandaste mensajes, nada, y todo porque te habías ido con Chloe a pasear.

Y si sigo así voy a recordar el día que me fallaste cuando mis padres estaban graves, estaban mal del corazón, pero a ti no te importo en lo más mínimo, en ese momento te necesite más que nunca, y tú nunca fuiste ahí para consolarme, para hacerme sentir mejor, para que descargara toda mi depresión y tristeza, al contrario, te fuiste lejos, te fuiste de vacaciones sin avisarme, pero en lugar de eso recibí una llamada de tus padres, que me daban apoyo aunque sea por teléfono, y una que otra vez iban al hospital a cambiarme un momento el turno para que pueda ir a comer como debía y poder dormir, a pesar de que ellos no eran nada mío se preocupaban o mostraban más interés de los que pudiste mostrarme tu en una vida entera juntos.

Tus padres me llevaban comida de vez en cuando y de vez en cuando algo de ropa para poder cambiarme, no podía estar siempre con la misma ropa, y no podía dejar a mis padres solos, por si algo pasaba, ahí empecé a dudar de si tus sentimientos por mi eran reales.

Desgraciadamente era vedad, sentimientos por mi tu no tenías.

El día de tu cumpleaños, creo que fue el peor de todos, me ocupe y preocupe de prepararte un regalo y una torta con tus gustos, te la hice con mucho cariño, pero cuando voy para tu casa, te encuentro coqueteando con ella, no dije nada, confiaba en ti, quería creer que al menos debía ser un error mío, pero no lo fue, te la pasaste todo tu cumpleaños coqueteando con ella, mientras yo me quedaba sola.

Aunque, tu cumpleaños también fue uno de los mejores días de mi vida, ahí fue donde lo conocí.

Y bueno, cuando mis padres murieron fue el peor momento para abandonarme. Después de que me entere de que murieron estaba desbastada, sentí que el alma se me iba del cuerpo, pero lamentablemente no fue así.

A las tres horas, cuando estaba preparando todo para el funeral, recibo un mensaje tuyo pidiéndome que nos citemos en la plaza donde nos conocimos, yo pensé que ibas a darme ánimos, no a decaerlos más de lo que ya estaban.

Ese día, me empezaste hablando bien, yo creí que esa charla era para subir ánimos, pero después empezaste a enojarte sin ninguna razón, yo intente calmarte y tú me gritaste "Cállate, ya no me importas" ahí me di cuenta de todo, tu nunca me quisiste, ni tampoco me querrías en un puto futuro, yo tratando de ser fuerte no te dije nada, solo me di la vuelta y me fui a mi casa.

Cuando ya estuve lejos de ti, empecé a sollozar a cantaros, mientras me dirigía a mi casa, pero cuando estuve cerca de llegar me choque con alguien, con tu amigo, Nathaniel, el chico con el que me hable durante todo tu cumpleaños.

Él me dijo que se enteró de lo de mis padres, me consoló, me consoló de manera rara, pues nunca me habían consolado con cariño real, ya que no lo recibí de nadie que no fueran mis padres y que lo hiciera otra persona era raro, pero lindo de cierto modo.

Después de eso, iba todos los días a mi casa para ver mi bienestar, gracias a eso, poco a poco fui superando la muerte de mis padres, empecé a salir más con mis amigas y amigos, y claro con Nathaniel también.

El con todas sus locuras, sus actitudes infantiles, me hicieron caer enamorada de él, pero tenía miedo, miedo a que me pasara otra vez lo mismo, que ocurriera otra vez mi patética historia amorosa.

Te me declaraste, yo con miedo acepte, pero después de salidas y todo, deje de tener miedo, me tratabas como una princesa, pensé que era un sueño, un sueño del que no quería despertar nunca en mi vida.

Casi dos años después me pediste matrimonio, yo llorando con lágrimas en los ojos, te dije que sí, no podía rechazarte, no quería rechazarte, al igual que mi corazón, sin que me diera cuenta tomaste dominio total de él.

Gracias Adrien, porque de no haberme tratado como me tratabas antes, de no ser como eras antes, nunca lo hubiera conocido a él, al chico que domino mi corazón

Gracias a ti, conocí al amor de mi vida.

Pero igual sufrí un precio.

Tuve que sufrir por ti.

Para poder ser feliz al fin.

Sufrí por ti. [One Short] [MLB]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora