Capítulo 9

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Entré a mi casa, aun en el trance del beso, me recargue en la puerta.

-Anne, ¿Eres tu? -Mi madre me sacó de mis pensamientos.

-Si mamá.

-Empieza a poner la mesa por favor y llama a tu papá a comer, ya no tarda en llegar tu hermano.
-Claro mamá.

Puse la mesa y comimos. Mas tarde subí a mi habitación a hacer mis tareas, después de un rato Pedro llamó a mi puerta.

-Anne. ¿Puedo pasar?

-Por supuesto -Su comportamiento era raro -¿Pasa algo?

-Quiero hablar contigo, sobre Daniela.

-Te escucho hermanito. -Se sentó en mi cama.

-Quiero terminar con ella.

-¿Qué? -Aunque me agradaba la idea, sabía que a mi hermano le dolía dejarla, habían salido por casi dos años. -¿Puedo saber por qué?

-La quiero mucho, pero hay muchas cosas que ya no son como antes, ya no siento lo mismo por ella.

-Mi consejo es que hables con ella. Si estas seguro de que terminar va a ser lo mejor yo te apoyo.

-No se cómo decírselo, se que no se va a poner muy bien cuando hablemos.

-Todas reaccionarían así, pero después de un tiempo las cosas pasan.

-Espero que sea una buena decisión.

-Si ya no estas conforme con la relación, entonces si lo es, te lo aseguro.

-Gracias Anne, por escucharme.

-Siempre que lo necesites aquí estaré. Te quiero.

-Y yo a ti. -Me abrazó y salio del cuarto.

El viernes por la mañana fui a la escuela en el auto de Pedro como siempre. Su semblante era serio y con algo de tristeza, no hablaba, solo conducía.

-¿Te sientes bien? -le pregunté.

-No del todo. Estoy pensando como decirle a Dani.

-¿Sabes que tienes mi apoyo verdad?

-Lo sé, y gracias. En cuanto pueda voy a hablar con ella.

-Claro. Puedes buscarme después si quieres hablar.

Llegamos a la escuela. Entré a las primeras clases y en el segundo receso pude ver a Pedro en la cafetería con Daniela, seguramente estaba terminando con ella.

Al salir de clases fui a la biblioteca. Entré al lugar y salude a Roberto que estaba en la entrada.

-Hola Anne. Erick aún no llega.

-Hola. No te preocupes. Yo haré el cambio de turno con Karen.

Entre a la sala que me correspondía.

-Hola Karen. Erick aún no llega pero yo voy a hacer el cambio contigo.

-Claro. Voy por mis cosas y me voy.

Tomó sus cosas de los lockers y me dijo:

-Nos vemos el otro viernes. Adiós.

-Adiós Karen. Linda tarde.

Pasaron 30 minutos después de la hora de entrada. Erick aún no llegaba.

Me encontraba acomodando algunos libros en los estantes cuando alguien se puso detrás de mi y me tapó loa ojos.

-Hola Anne -Su voz era muy dulce. Me di media vuelta.

-¡Erick!

-Lamento haber llegado tarde. Tuve un problema.

Por Toda La Eternidad - Erick IbarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora