Primera parte.

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En algún momento todo autocontrol se esfuma al ver su sonrisa, al sentir el tacto de sus dedos sobre su piel. Ese tacto que quema y duele, porque hace meses que no lo siente, porque hace meses terminó con SoonYoung.

Y es lo más estúpido que ha hecho.

La graduación se acercaba, los días en aquél edificio y esas aulas se terminaban y con ello la relación de SoonYoung y él llegaba a su fin, porque eso habían acordado, esa fue la desición de ambos y les pareció correcto.

ㅡSoon...ㅡsus palabras fueron interrumpidas cuando SoonYoung lo besó con necesidad. Estaban en el patio trasero de la escuela, bajo un árbol para ocultarse de los rayos del sol que quemaban la piel pero a JiHoon lo que más le quemaba era la mano de SoonYoung bajo su camisa del uniforme, las caricias en su cintura acompañado de un beso apasionado, de esos que SoonYoung le daba últimamente...esos que dolían, porque era la manera de despedirse cada día. Esa era la manera de SoonYoung para decirle adiós.

ㅡLo siento, JiHoonie...ㅡsu sonrisa. Su sonrisa mataba un poco más el corazón de JiHoonㅡ¿Me necesitabas?

JiHoon sonrió de costado y,  asegurándose de que nadie estuviera dando vueltas por ahí, de un salto enredó sus piernas en la cintura de SoonYoung, sus manos sujetando su nuca para besarlo con la misma intensidad que SoonYoung lo besó hace un momento.

ㅡMuchoㅡsusurró JiHoon, sonriendo al sentir la manos de SoonYoung presionar su trasero.

Lo que pasó después fue otra manera de despedirse, de decirle "adiós" al cuerpo del otro. JiHoon puede recordar muy bien ese día donde SoonYoung le hizo el amor entre los arbustos, donde lo tocó y besó con el peligro de ser vistos, también recuerda el césped verde contra su cuerpo, sus manos con tierra y las rodillas de SoonYoung enrojecidas porque hacerlo en ese lugar no era cómodo pero no les importó, no les importó absolutamente nada porque se necesitaban, necesitaban tocarse, besarse, hacer el amor...por lo menos una vez más.

En un abrir y cerrar de ojos ya se encontraban en su día de graduación, ese día tan esperado donde terminaba una parte de sus vidas para poder adentrarse al mundo de los adultos y comenzar otra con responsabilidades parecidas pero en el fondo muy diferentes. Ese día era el más feliz para los padres de JiHoon y los de SoonYoung, sus hijos tenían sus respectivos diplomas de graduación, tiempo después comenzarían una carrera y formarían sus vidas, los recuerdos con sus uniformes estudiantiles quedarían guardados...igual que su historia.

JiHoon tenía un sabor amargo aquél día, estaba feliz, sí lo estaba, pero no del todo, le dolía mucho el pecho y con la excusa de estar feliz por graduarse soltó unas lágrimas cuando su madre lo abrazó. SoonYoung le sonreía a lo lejos mientras aplaudía para él y JiHoon solo pudo sollozar más. Cuando fue el turno de SoonYoung para recibir su diploma, JiHoon se sintió feliz por la sonrisa que mostraba y por unos segundos deseo ser él, deseo ser fuerte y no llorar, porque SoonYoung nunca lloró desde que ambos tomaron la desición de terminar y JiHoon lo admiraba, admiraba su fortaleza.

Cuando todas las familias estuvieron reunidas en un pequeño festejo dentro del gimnasio del colegio, JiHoon se alejó de su familia para entrar al edificio. Caminó hasta el salón de baile y cuando entró, lo encontró ahí, con su uniforme desarreglado y sonriendo, como si lo estuviera esperando.

ㅡSoonYoung...ㅡmusitó, cerrando la puerta tras de sí.

ㅡFelicidades, JiHoonieㅡsu voz era suave y baja, pero no había nadie más que ellos en aquél salón, nadie que impidiera que sus voces se escucharan claras.

ㅡFelicidades...tambiénㅡrespondió JiHoon sonriendo forzosamente, su cabeza gacha para evitar mirar los ojos de SoonYoung porque si lo hacía, si lo miraba, se rompería ahí, incapaz de dejarlo ir.

ㅡEs hora de despedirnos...ㅡla voz de SoonYoung lo hacía sufrir al igual que su cercanía porque al notar otras zapatillas iguales a las suyas frente a él, supo que SoonYoung estaba demasiado cerca.

Amar.

Era una palabra insignificante para JiHoon, algo que creyó que jamás sentiría, que no era para él y que simplemente era tonto y vacío. Pero cuando SoonYoung llegó a la clase de baile, cuando lo desafió, cuando lo miró fijamente a los ojos, cuando se golpearon mutuamente en ese mismo salón y cuando luego terminaron haciendo el amor mientras las estrellas decoraban el cielo nocturno. Cuando todo eso ocurrió, JiHoon cayó en cuenta que amaba a SoonYoung, amaba besarlo el ritmo la música, amaba practicar juntos, amaba las tardes donde él cantaba y SoonYoung inventaba pasos de baile, pero sobretodo amaba a SoonYoung y lo que le hacia sentir.

En ese salón comenzó todo y era justo que todo terminara allí.

ㅡTe amo, JiHoonㅡesas eran las únicas palabras que podía decir SoonYoung mientras JiHoon era una mezcla de llanto y placer debajo de él, mientras las piernas blancas del pequeño se envolvían en sus caderas y sus uñas lastimaban su espalda. JiHoon lloraba por la despedida, por el adiós, porque esa sería la última vez que sentiría a SoonYoung dentro de él, la última vez que lo tocaría de esa forma y la última vez que sería suyo.

ㅡ¡So-SoonYou---ung..!ㅡgimió al llegar al orgasmo y luego fue SoonYoung quien terminó dentro de él.

Ambos quedaron recostados en el suelo a medio vestir, SoonYoung sobre JiHoon, descansando en su pecho, sintiendo como su pecho subía y bajaba y escuchando los latidos de su corazón.

ㅡDeberíamos volver...ㅡsusurró JiHoon, acariciando el hombro desnudo de SoonYoung.

ㅡSolo un momento másㅡpidió SoonYoung, JiHoon sonrió. Ninguno quería salir de allí porque cuando lo hicieran ya habrían terminado, serían dos personas que estudiaron juntas y solo eso.

ㅡTe amo, SoonYoungㅡmurmuró JiHoon, pero para SoonYoung esas palabras retumbaron en las cuatro paredes mientras él rompía en llanto en el pecho de JiHoonㅡ. Te amoㅡvolvió a decir JiHoon, mientras envolvía en sus brazos a un SoonYoung que nunca había visto, un SoonYoung llorando como nunca antes, un SoonYoung débil como él y su corazón se rompió en mil pedazos.

Fue el adiós. Eran graduados y tomarían caminos diferentes.

Fue un abrazo lo último que se dieron tras salir del salón de baile cuando segundos atrás se estaban besando, lenta y suavemente con un sabor salado producto de las lágrimas de ambos, dentro del lugar donde todo comenzó.

Pero los sentimientos no murieron y los recuerdos no fueron enterrados como ambos pensaban .

nuestra historia ; hozi/soonhoon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora