Enséñame a estar arriba

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Todo iba bien, como siempre; perfecto. Llegamos de la fiesta con los chicos a nuestro apartamento. Después de unos besos y unas cuantas caricias, las capaz de tela que cubrían nuestros cuerpos eran asfixiantes. Con nuestras bocas conectadas, y las manos encima del cuerpo del otro llegamos a la habitación. Nos desprendimos de toda ropa y nos lanzamos a la cama.

Y ahora mismo estaría enterrado en Donghae, si a él no se le hubiese ocurrido esa "grandiosa" idea. Lo había dicho claro y muy seguro, de verdad lo quería. Aún así me debatía en que fuera realmente cierto. Quizás escuché mal, sí.

-Eh, ¿qué dijiste, bebé?- pregunté inseguro.

-Lo que escuchaste, Hyukjae. Hoy yo quiero estar "arriba".- declaró con voz grave.

A ver... No es que no desee a Hae dentro de mí, es solo que... ¿Cómo decirlo? Donghae es bruto.

No en el sentido de que carezca de inteligencia, sino que es torpe o brusco. Y yo, bueno... todavía conservo mi virginidad por esos lugares. Y estoy seguro como la mierda de que me va a doler más de lo que debería. Hae no sabe ser delicado, punto.

Maldito Heechul...

Es su jodida culpa. Si no se hubiese puesto a comentar sobre su última experiencia sexual, ahora mismo estaría haciendo gritar a Hae de placer en lugar de estar aquí debatiendo si perder mi virginidad o el novio. ¿A quién carajos le importaba si penetró a su pareja aunque él siempre sea el pasivo?

Nada más y nada menos, que a Lee Donghae. Joder. Yo estoy muy seguro que le encanta ser penetrado, pero es que el jodido niño es curioso.

-Venga, Hyukkie. Te prometo que tendré cuidado.- puso esa carita. Sí, esa.

No, por favor...

Bajé mi vista a su pene erecto. Jo-der. Donghae jr. es grande, más que el mío, pero precisamente hoy, lo encuentro descomunal.

La idea de tenerlo adentro me aterra tanto como me exita. Sentirme lleno en ese lugar por primera vez debe ser algo increíblemente sexy. Y que sea la polla de Hae lo hace un millón de veces mejor. Si no fuera por ese pequeño detalle....

-Mi amor, ¿por qué no lo dejamos para otro día?- por favor di que sí...

-Pero Hyukkie- empezó con ese tono de voz. Sí, ese. -yo quiero hacerlo ahora. Quiero saber como se siente estar dentro de ti.

¡Santa mierda! ¿Podrá entender lo jodidamente sensual que acaba de sonar eso? Es que lo ha dicho con un tono tan inocente.

Volví a mirar su pene. Joder, joder. ¿Qué hago? Si le digo que sí, me jodera el ano, literalmente. Si le digo que no, se puede ofender o algo parecido. Y conociéndolo es capaz de vestirse e irse a dormir a casa de Hee. Aparte, esa opción causa cierta desilusión en mí. Mierda, ahora quiero que me rompa el culo. Algo anda mal conmigo.

-Hyukkie, porfis~- oh no, lo está haciendo. El muy malnacido lo está haciendo.

Llevo más de quince años conociéndolo y aún así me manipula a su antojo. Donghae sabe que es más dulce que el puto azúcar, y se aprovecha de todos con eso.

En casos de emergencia, tiene un arma secreta. Esa apariencia de cachorro abandonado: inclina un poco la cabeza, abre mucho los ojitos y se cristalizan, hace un puchero tan sutil que no sabes si es real y usa ese tonito de niño pequeño cuando pide un dulce; y Hae sabe que se lo darán, sea quien sea. Nadie se resiste a Lee Donghae.

Yo, de más está decirlo, muchísimo menos. Soy suyo en todos los sentidos. Aunque yo lo domino en la cama, él me domina en cualquier otro aspecto. Y creo que aquí no será la excepción.

Enséñame a estar arribaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora