Colleen.

Capítulo 1: Un fuerte dolor de Cabeza.

Suena el timbre de entrada, Colleen volvía al fin las clases, después de tres meses de vacaciones. Aunque por supuesto, como cualquier alumno no estaba muy emocionada y menos con ese dolor de cabeza infernal con el que se encontraba.
Comenzaba la preparatoria, y no de la mejor manera.
Clase de historia.
-

Buenos días, alumnos. -Decía la profesora con una voz seria, pareciera que ella tampoco tuvo unas muy buenas vacaciones.
-Muy buenos días profesora. -Decían los alumnos al unísono, parecían robots.
El dolor de cabeza de Colleen no pasaba, ni se hacia mas suave, al contrario, se hacia mas fuerte e inaguantable, mientras la profesora explicaba la lección, más fuerte se hacía su dolor, hasta que no aguantó más.
-Profesora, ¿Puedo ir a pedir unas pastillas a la enfermería? -Dijo Colleen alzando la mano, con el ceño fruncido por el fuerte dolor de cabeza.
-Claro Colleen, señorita Amanda, acompañe a su compañera.

De camino a la enfermería el dolor había cesado un poco más, aunque seguía siendo bastante molesto.
-¿Por que la maestra me manda a mí?¿Por que con esta? -Decía una voz en la cabeza de Colleen. -Estúpida profesora.
-¿Qué? -Preguntó Colleen
-¿Eh?, yo no he dicho nada. -Le respondió Amanda, un poco extrañada.
-Esta loca. -Volvió a escuchar Colleen dentro de su cabeza. Empezó a preocuparse, no sabía de donde era esa extraña voz, ¿se estaba volviendo loca realmente? ¿En el comienzo de Clases? Tan mala suerte podía tener una persona.

Al llegar a la enfermería, Amanda se fue rápidamente.
-Permiso... -Decía Colleen mientras empujaba la puerta de la enfermería.
Dentro estaba la enfermera con una botella de agua oxigenada en una mano, mientras en la otra un poco de algodón. En la camilla había un muchacho con una herida bastante profunda en el brazo izquierdo.
El muchacho era alto, de tez blanca y el cabello castaño, y de unos ojos color caca.
La enfermera carraspeó -¿Necesitas algo? -Preguntó, forzando una sonrisa.
-Oh, si, ¿tiene una pastilla para el dolor de cabeza?
-Claro, vuelvo enseguida. -Dijo la enfermera, dirigiéndose hacia la puerta, y dejando a Colleen completamente sola con ese extraño.
Se quedó parada, ante la constante mirada del chico.
-Hola, soy Ronnie -Dijo amablemente, tendiéndole el brazo que estaba vendado.
-Yo soy Colleen -Dijo mientras estrechaba la mano de Ronnie.

Entró la enfermera con un café y una tableta de pastillas.
De repente resbaló y su café cayó sobre la ropa de Colleen.
-¡Oh Dios mío! Lo siento. -Dijo la enfermera.
-No es nada, no importa. -Le respondió Colleen.
-¿No te has quemado? -Preguntó extrañada la enfermera.
-No, el café estaba frío -Respondió aún más extrañada Colleen.
-Oh. Bueno, toma -Dijo la enfermera tendiéndole la tableta de pastillas a Colleen.