Hoy fui a tu casa, me resulto difícil llegar.
Tu madre me abrió. Le pregunté sobre ti.
Se cruzo de brazos y pregunto quien era.
—Soy un amigo— mentí.
Le conté sobre mi y le dije que hace días que te buscaba, que necesitaba saber sobre ti.
—¿Ella esta en casa?— pregunte un poco ansioso.
Ella rompió en llanto.
No entendía porque lo hacia, estaba asustado, mi pecho se encogió y empecé a temblar.
Me explico todo, me dijo todo lo que sucedía.
Te drogabas.
Nunca estabas en casa y estabas deprimida, tus padres se separaron y tu hermana murió hace un año.
No lo soportaste ¿Verdad?
Querías olvidar todo con las drogas, pero te terminaron matando.
Creí que tu madre estaba mintiendo pero recordé lo anterior.
Todo encajaba.
Salí corriendo de tu casa y me dirigí a el lugar en donde te encontrabas, donde se encontraba mi hermano.
Busque por unos minutos, recorriendo cada lapida.
Te encontré:
Adeline Morgan.
1999-2016.
M
i rostro estaba lleno de lágrimas, no sabia que hacer.
Mi cuerpo temblaba y mi alma lloraba.
¿En que momento te fuiste?
¿Este es un buen momento para arrepentirme? No me acerque a ti, no tuve el valor de hacerlo.
No lo hice.
Y ahora ya era muy tarde.
