Bodega de la calle Simón Bolívar
Después de un viaje en auto, Ricardo y Roberto llegaron a la bodega donde los cito Karla:
ROBERTO: estas seguro que no quieres que te acompañe
RICARDO: completamente seguro hermano, está platica es sólo de Karla y yo
ROBERTO: te vas a llevar un arma verdad
Entonces Ricardo sacó su pistola:
RICARDO: está nunca falta y la voy a utilizar en caso de que Karla quiera hacer algo malo, yo ya la conozco y es capaz de matar
ROBERTO: cuídate mucho, aquí te voy a esperar, vale
RICARDO: vale
Entonces Ricardo entro a la bodega abandonada y vio una mesa con vino tinto:
KARLA: después de mucho de no vernos
RICARDO: no entiendo el porque te atreves a a venir, no te quedo claro lo que te dije aquel día
KARLA: me quedo bastante claro
RICARDO: entonces porque me buscaste
KARLA: te mande buscar para decirte como llegue a la cima de lo que llegue
RICARDO: pues la verdad hiciste lo mismo que yo hice para llegar a la cima
KARLA: pues no paso lo que tu hiciste; después de que te dejara volví a mi trabajo de prostituta y me acosté con varios hombres hasta que conocí a un hombre con el que me case y cuando murió yo herede todo y funde un cartel
RICARDO: a mi no me importa como le hiciste lo que te quiero decir es que no sabes quién soy Karla
KARLA: se quien eres tu, y la verdad no pienso meterme en tus planes
RICARDO: eso espero y sabes que, mejor me voy, pero tu sabes que el que se mete en mis planes la paga
Ante esto Ricardo se fue de la bodega y se encontró con Roberto:
ROBERTO: que te dijo la Karla
RICARDO: me prometió que no se metería conmigo
ROBERTO: y tu le creíste verdad
RICARDO: no le creo, pero mejor vamos a dejar eso y vamos a concentrarnos en algo muy importante; es momento que empezamos a dominar a toda Latinoamérica
Ante esto los dos se fueron de vuelta a su casa.