Aun recuerdo esa noche de primavera de 1942...
Eran las diez de la noche, al no haber encontrado algún transporte que me llevase a mi hogar tuve que ir caminando, siendo sincero me daba miedo ir solo a estas horas, alguien me podría asaltar o peor aun matarme.
Ya casi había llegado a mi casa que estaba al otro lado del puente, estaba feliz, llegaría sano y salvo.
Pero entonces la vi. Había una bella mujer muy cerca al filo del puente, las lágrimas no paraban de caer de sus ojos. Al ser de noche no le podía ver bien el rostro pero su desesperación se sentía por el aire.- Disculpe - dije mientras me acercaba pero mantube cierta distancia- Por que una señorita tan bella como usted va a tomar una decisión tan drástica?
Volteo a mirarme, pude verla mejor, nunca olvidaré ese rostro, su piel pálida, su pelo castaño alborotado y sus ojos verdes. No me dijo nada, su mirada decía todo, quería que me vaya y no la interrumpiera.
- Perdone si la molesto, se que si, se que si pero creo que esa no es la mejor decisión no cree?
Era obvio que no, pero si podía distraerla un poco de sus pensamientos estaba bien. Había vuelto a mirar hacia abajo, pero esta vez ya no lloraba.
- Dejeme en paz! Alguien me puede ver y sera peor para mi! Metase en sus asuntos y no en los mios. Larguese por favor - Lo decía en un tono de desesperación y angustia.
Entonces pude observar esa estrella al lado derecho de su pecho, esa estrella que decía "judio".
Comprendí todo, esta bella joven estaba huyendo del holocausto y no estaba tomando el mejor de los caminos.
Cuando se dio cuenta que ya había visto la estrella, se inclino hacia adelante y se impulso para saltar.
Aun no se por que lo hice, por que en ves de dejarla saltar, la tome en mis brazos y la detuve. Rodamos por el piso y termino encima mio.- Que ha hecho? - Dice furiosa.
- Callese que alguien puede escucharla.Deja de quejarse y evita mi mirada, que debo de hacer?
Le doy mi chaqueta a pesar y le ayudo a pararse.- Bueno... Desea venir a mi casa? Podría darle cobijo esta noche, para que descanse un poco, es denoche y las patrullas no la veran.
- Piensa usted que voy a irme con un desconocido? Y si...
- Si la delataría o algo no cree que nas fácil hubiera sido dejarla morir? Venga ya. Rafael, tengo 28 y soltero. Feliz? Ya me conoce - le estiendo la mano.Tras pensarlo un momento acepta.

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Segunda Guerra Mundial
RomanceUna novela original que narra la historia de Lis, una judía y Rafael, un alemán , que en plena segunda guerra mundial deciden hacer cualquier cosa para que su amor perdure. ¿Podra su amor vencer todos los problemas que trae la Alemania Nazi?