— ¡Tu gato se está comiendo la comida!
Maldita sea, es la cuarta vez en esta semana, de esta si ya no se libra.
Es un viernes de verano y hace un calor de aquellos que provoca una cocción lenta en nuestro propio sudor, aun si llevas lo más ligero del mundo te escose la piel. Casi corriendo fui directamente a la cocina, intentando que la blusa no se me pegara a la espalda.
— ¡No es spiderman para subirse a la estufa!
No sabía si reírme o quedarme en el marco de la puerta hasta haber analizado todo; el gato tenía una pieza de carne en el hocico, la charola de la comida estaba en el suelo casi completa excepto por el pequeñísimo detalle de no haber rastro de carne en lo que parece fue una ensalada, a juzgar por el tiradero mi madre intentó golpearlo, por si fuera poco llevaba el encendedor en mano y una pala para cocinar.
— ¡Le voy hacer honor a su nombre, con ustedes Damas y Caballeros, Katmissi el chico en llamas!
— ¡Es un gato, ya deja que se lleve la carne!
— ¡El vecino lo dejará, pero no en mi casa!
Este fue el momento en donde comprendí a la mayoría de los hombres. Cuando una mujer está enojada, el diablo se sienta, observa, escucha y aprende. Es más, va por agua bendita por si la mujer se sale de control.
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~
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Después de que Katmissi salió victorioso todo regresó a la normalidad, aunque no tanto, tuve que pagar la cena y olvidarme de los puntos de acción que compraría esta noche, la verdad es que estaba desesperada, Ken se había ido y estaba literalmente agonizando, ¿Cómo es que podrían ser así ese trió?, es cierto que ese tipo de chicas existen y en abundancia, me da rabia, una niña mimada sin más...
—Como la odio
— ¿A quién?
Mi padre no estaba en casa, llamó y dijo que llegaría hasta la madrugada, es editor en jefe, eso le exige mucho a su estilo de vida, nosotros lo apoyamos en todo, es nuestro sol. La manera en que hacemos más ameno el esperarlo es con un maratón de películas en la sala con un montón de golosinas y soda, esa noche eran "Los juegos del hambre" en honor a la comida y al gato.
—Amber ella es el problema— dije suspirando
—Deberías hablar con ella, las cosas se resuelven a golpes.
—Créeme que ya lo hubiera hecho, si...—volví a procesar lo que me dijo— tú estás más loca que yo.
Mi madre solo se carcajeó.
—También tuve tu edad Lynn
—Yo estoy hablando de un juego. Ya se acabaron las palomitas, ¿caramelo o picante?
—Picante.
Tomé el sobre de palomitas de la mesita a lado mío y me dirigí a la cocina a prepararlas, estas cosas estaban hechas por un genio. La verdad es que nos constó ordenarlo todo, mañana vendría alguien a arreglar el vidrio de la ventana, en un intento de recuperar el trozo de carne un sartén fue lanzado a Missi dejando estrellado un inocente vidrio. Me sobresalté al escuchar la voz de mi madre un poco alta.
—Será un juego pero para que tenga tu odio, eso sí está difícil, ¿Cómo se llama el juego?
—Corazón de melón
— ¿De qué trata?
—Es un juego de citas virtuales...
—Vas a morir sola hija.
— ¡No me hagas spoiler!
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¡Mi mamá juega Corazón de melón! [CANECALADA]
FanficA sus escasos doce años empezó la gran travesía de encontrar su primer gran amor; buscando en cielo mar y tierra, sin embargo sus jornadas no daban frutos hasta que el bendito Internet le dio la respuesta: Corazón de melón. Obra registrada.