Hay que contra-atacar

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La primera opción era hacer como si no pasaba nada y seguirla el juego para luego poder contra atacar.
Y la segunda era atacar yo primero diciéndole que ya sabía el plan.
Elegí la primera opción porque tenía más posibilidades de que funcionara.
Sin dudarlo entré deprisa en la biblioteca pasando desapercibida.
Me senté al lado de Chels y la saludé
-Hola mi chica - dijo entusiasmada- ¿qué te pasa? - me preguntó al ver una lagrima que resbalaba por mis mejillas.
- Nada, me han echado de clase por...por....por gritar
- Ayy, pero cariño, ¿por qué te crees que estoy aquí? Porque me han castigado, y estoy aquí todos los días.- me dijo riéndose.
-Es que ... Llevo dos semanas que tela... Todo el tiempo me meto en líos- dije muy cabizbaja.
- Tranqui amor, ahora estás conmigo.
En realidad la lágrima de antes no era por la expulsión era por Chelsea, era tan maja y buena conmigo, era mi amiga y puuff, la quería tanto...

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