¿Él siente lo mismo?

3.5K 310 140
                                    

Estaba en mi habitación —con Darwin—, tenía hambre.

Iba a salir hacia la cocina, pero mi hermano se paró frente a la puerta sin darme acceso a ella. Tenía una maldita sonrisa en su rostro, una sonrisa maléfica.

—¿Podrías darme permiso?, por favor —pedí, neutral.

—Claro. Pero a cambio de algo.

—¿Cuál condición? —Mi paciencia comenzaba a agotarse con cada segundo que pasaba y el hambre no ayudaba, para nada.

—Te dejo pasar... si me besas.

¿Be-Besarlo? No puedo ver mi rostro en estos momentos. Pero sé que tengo una expresión se pura sorpresa.

Hace no mucho he tenido ganas de probar sus labios, pero temo que solo sea una de sus bromas. Estoy confundido.

—¿Qué? —dije incrédulo.

—Vamos —colocó su índice sobre sus labios—. Sé que quieres.

¿Cómo lo sabe?

—¿Por qué crees que quiero?

—Imaginé mucho sobre ti, excepto el que tuvieras un diario —señaló una parte del escritorio en el que yacía mi diario—. Lo dejaste ahí y cuando te bañabas lo leí. Pude ver que escribiste cosas sobre mí.

Juraría que me veo como un tomate en este momento. No tengo palabras y empiezo a concluir que el beso sí es un juego, solo es porque vio mi diario. Él no siente nada.

—Bueno, sí... —comencé a jugar con mis dedos, nervioso— he sentido cosas por ti y sé que nunca podremos tener algo. No sabía cómo decirte.

Él se alejó de la puerta para finalmente darme paso. Estaba por tomar la perilla de la puerta.

—Espera Gumball, debo decirte algo —detuvo mis acciones con esa frase.

—Dilo rápido, tengo hambre —insistí burlón.

—Es que... creo que siento lo mismo que tú —Ese sonrojo sobre sus mejillas me volvió loco.
—Eso puede explicar porqué formaste esas escenas entre Peny y yo. Pero está bien —Me giré para hablarle mejor—. Si podemos llegar a tener algo, sería lindo —Una estúpida sonrisa apareció en mi rostro.

—Ah, lamento lo de Peny. Es que soy un celoso y no quería que estuvieras con ella —observaba el suelo. Se le notaba nervioso

—Ya no importa. Me doy cuenta de que ella no me gusta.

—Me alegra oír eso —desvió la mirada—. ¿Y cumplirás mi condición?

—Claro que sí.

Me acerqué de apoco a su rostro uniendo suavemente nuestros labios. De esta manera, formando un beso entre nosotros dos. Nos separamos.

Estoy tan feliz de que Darwin sienta lo mismo. Y yo pensaba que sería imposible.

GumballxDarwin (BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora