Julie.
Despierto observando todo y no sé dónde me encuentro, paredes oscuras y cortinas blancas que tapan lo que supongo es un ventanal, la luz de la mañana se cuela por ésta dejando la habitación clara, ¿Dónde estoy?
Me hago esa pregunta varias veces viendo el techo, por alguna razón no entro en pánico, estoy relajada hasta que caigo en cuenta.
Todos los sucesos de la noche pasada vienen golpeando mi mente.
Yo bebiendo demasiado.
Yo perdiendo el control.
Yo bailando con Mike de forma muy sensual.
Yo bebiendo más.
Yo moviendo descaradamente el trasero a un desconocido.
Yo besándome con un desconocido guapo.
¡Joder! me acosté con un desconocido, mierda un desconocido guapo. Volteo tan rápido que podría darme tortícolis y lo encuentro durmiendo plácidamente a mi lado luce hermoso ajeno a toda mi sorpresa.
¡Carajo! lo hicimos. Tuvimos sexo, un sexo fabuloso. Solo de pensarlo mis mejillas arden del sonrojo. Nada puedes ser perfecto pero su rostro es muy cercano a ser perfecto con sus pestañas largas y sus hermosos y apetecibles labios, su cabello negro desordenado por mis dedos que luce totalmente sexy.
Quisiera despertar con este hombre todos los días. Duro unos segundos más mirándolo y que va está muy dormido por lo que pronto se me ocurre hacer el desayuno. Tengo demasiada hambre. Después de una noche como esa ¿quién no quedaría con hambre?
Bien abusadora que me veré invadiendo su cocina pero y ¿qué? Cuando haga mis famosas panquecas con miel el quedara enamorado de ellas.
Me levanto de la cama y busco mis bragas que están en un rincón del cuarto. Me pongo su camisa, porque vamos me encantó su olor. Voy al baño, me lavo la cara y salgo de su habitación. En la cocina busco todo lo que necesito y preparo el desayuno. Cuando ya estoy preparando todo para llevárselo a la cama me encuentro que está viéndome con una sonrisa de lado apoyado en la barra.
— ¿Tienes hambre? — pregunto con una sonrisa timida.
—Demasiada— me responde con una maravillosa sonrisa. ¡DIOS! esa sonrisa, en serio que es hermosa.
¿Qué te sucede julie, tienes un flechazo por este hombre?
Jodida subconsciente, siempre teniendo la razón.
¿Me acabas de dar la razón?
Mierda.
—Bueno, espero te gusten las panquecas con miel— le digo con una sonrisa tonta en mi rostro. Poniendo el desayuno en la barra.
— ¿Panquecas?, pensé que te habías marchado cuando desperté— me dice viéndome interrogante y tomando asiento comenzando a comer, sirvo mi parte y me siento a su lado.
Cierto que no sabe que son las paquecas.
—Son como hotcakes, pero diferentes. Mi madre me enseñó a hacerlas, es venezolana— digo sirviéndome café — Y no, recién me levante hace unos minutos— digo. Recordando todo lo que paso entre los dos anoche a lo que me pongo roja como un tomate él parece notarlo por que dice:
—Eres tan hermosa cuando te sonrojas— tiene esa linda sonrisa colgando en sus labios. No puedo evitar soltar una pequeña risa y sonrojarme aún más — Y por cierto Venezuela, un país bonito de hecho— agrega luego de tomar un sorbo de jugo.
ESTÁS LEYENDO
No eres un error, Mi Pequeño..
ChickLitJulie Marie una chica un tanto reservada pero divertida a su manera, vive en Madrid- España. con 20 años de edad, hermosa y con una personalidad chispeante esta a pocos días de graduarse de la universidad con muchas metas y sueños por cumplir pero m...