Julie.
Fiestas, magnificas fiestas donde puedes olvidar todos tus problemas o traer más de ellos a tu vida. Mi mente ebria pensaba eso de hecho le sonaba estupendo. Nos encontrábamos en mi apartamento, todas nos arreglábamos para lo que pretendía ser una buena noche claro que no había comenzado la fiesta y yo estaba hasta arriba de alcohol, mala decisión tomar más de la cuenta cuando apenas eran las diez.
No, no era buena idea.
Por ahí por las once de la noche saldríamos a festejar, ¿qué festejábamos? Ni idea esta era una de esas salidas donde se supone despejas la mente pero yo por el contrario tenía la mente en otro lado, mi lógica y raciocinio no se encontraban en mí.
Viéndome en el espejo con mi sencillo pero sexi vestido negro aplique sobre mis labios labial rojo pasión que contrastaba con mis ojos sombreados por un juego de sombras oscuras que hacían ver mis ojos muy pero muy llamativos.
— ¿Juls?— salgo de mis pensamientos ebrios para ver a Lucy, una rubia muy bonita con ojos verdes y bonitos rasgos faciales seguidamente de un cuerpo lleno de curvas, era la personificación de bonita pero rellenita y se veía hermosa con aquel pantalón de talle alto negro y blusa del mismo color que resaltaba mucho sus ojos. — ¿te encuentras bien? Pareces algo sonrojada — siempre preocupándose por mí como si fuera mi madre.
—Si claro. — respondo alargando un poco la "o". Por supuesto que estoy bien, bien ebria pero al fin y al cabo bien.
—Vale... — dice no muy convencida pero con una sonrisa divertida colgando en sus labios. Le doy mi sonrisa más brillante. — Ya estamos listas vámonos.
—Vamos a mi coche— digo muy pero muy entusiasta e incluso arrastro mucho las palabras y agito las llaves de mi coche en mi mano derecha. Todas me miran con diversión.
—Oh no señorita culo ebrio, por supuesto que tú no conducirás— demanda Karla mi estupenda pero muy sincera amiga, ella era justo como las barbies pero castaña y de ojos tan oscuros como la noche. A pesar de tener cara angelical y rasgos inocentes tenía un carácter que Dios mío santo nos ayude si se molestaba.
—Pero estoy bien, ya vamo... Oh esperen ¿dónde está mi trago?— busco en lo que no lo veo en la mesita donde lo había colocado.
—Mira chica ebria ya vámonos es súper tarde y a el paso que vas a penas llegues a la fiesta estarás en un coma etílico, lo que resultará de que no disfrutemos la fiesta por tu culpa— claro que no podía faltar Amanda con dicha explicación. Algo tenía ella para explicarte las cosas y que tú te enredaras tanto en lo que decía que terminabas olvidando todo lo anterior.
Amanda era la típica chica nerd sexy que encantaba a todos con sus ojos azules y aquel cabello color borgoña que combinaba muy bien con su tono de piel, pero como es obvio pasaba más tiempo en la biblioteca que con chicos o en fiestas. Este era un milagro que nos acompañara hoy.
Todas salen directo al auto primero que yo, doy un último vistazo y veo mi vaso en la cocina por lo que corro y acabo con el poco trago que quedaba, realmente ya estaba fuera de control pero y ¿qué? No me importaba mucho por lo que al tragarlo la quemazón que sentí en la garganta no me afectaba. Julie Marie, pero que ¡Alcohólica!
En el auto voy feliz, mucho diría yo. El estrés de la universidad olvidado muchos tragos antes, no me importaba nada y así estaba bien por lo menos por un instante, estaba muy bien para mí. Mi cabeza era un caos unas horas antes, demasiados exámenes y exposiciones, claro a pocas semanas de graduarme sumaba mucho estrés.
Pero no solo los exámenes me tenían mal, me habían botado y por muy mala que haya sido la relación siempre me dolía, porque me encariñaba mucho con las personas y siempre terminaba mal, creí que era él correcto pero resulto que no y ahora el despecho se asomaba en mí.
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No eres un error, Mi Pequeño..
Literatura FemininaJulie Marie una chica un tanto reservada pero divertida a su manera, vive en Madrid- España. con 20 años de edad, hermosa y con una personalidad chispeante esta a pocos días de graduarse de la universidad con muchas metas y sueños por cumplir pero m...