Los momentos menos deseados son los que consumen por completo nuestro ser. Se apoderan de todo. Rebuscan en cada rincón. Y lo que hacen segundos estaba lleno, empieza a disminuir hasta quedar vacío. Comienzan sensaciones raras a ahuyentar cada sentimiento bonito que habita dentro de ti. Aleja la felicidad y esas sonrisas, que por un tiempo, creímos que serían eternas. Jugamos al esconder, pero al final nos encuentran. Nos sacuden fuertemente y nos dejan desplumados en el suelo.