Si...

Cada cual habla de lo que conoce, y si lo que conozco es guerra, ¿de que puedo hablar? Si aún cuando no lo menciono lo pueden notar. Si cuando trato de alejarme me vuelve a encontrar. Si no me gusta pero me tuve que acostumbrar. Si todo es un desastre pero aprendí a pelear y por eso es mi lugar. ¿Qué puedo hacer? ¿Quién puedo ser? Si sirvo más en las malas que en las buenas. Si a palos crecí y a palos es de la única forma en que camino y es en lo único en lo que puedo pensar. Pensaría cualquiera que a lo bueno me debo aferrar pero no es así, ante lo bueno no se cómo actuar, algo malo tiene que ocultar. Ya sea que vino conmigo o me persigue, no hay manera de que me desligue. Vendrán conmigo insultos, vendrán conmigo frases de superación ante situaciones adversas, pero siempre ligadas a que detrás estos ojos hay una posible alma amargada. Soy el presente y el pasado porque no es cuestión de tiempo, es cuestión de hechos. Soy lo que veo en el espejo, lo que toco con mis manos y lo que digo sin mover los labios. Sabiéndolo todo aún así tal vez no se quien soy. O lo sé perfectamente y no se qué significa. O tan simple y tan grande como que no estoy de acuerdo, de acuerdo conmigo o con lo que me rodea. Molesta porque no es justo y no es mi culpa que me persiga la oscuridad y todos crean que yo apago la luz. Porque en mi mente empiezo a creerle a los que no tienen razón. Y porque una vez más quiero pelear. Si ya yo lidio con esta poca paz, y si sé como me la quitaron, sé como la puedo quitar. Si así crecí y nunca tuve chance, nunca me lo dieron, nunca lo encontré. Si he dormido en campos minados y quiero vivir pero no se como sigo viva. Si al mirar adelante veo emboscadas, siguen creyendo que no los puedo ver. Ya me harté ¿pero qué le voy a hacer? Estoy llorando porque estoy exhausta, pero también estoy armada.