Amistad.
La amistad es una palabra la cual involucra muchas cosas, por ejemplo, sentimientos, recuerdos, experiencias.Llamar a alguien "amigo" es muy importante o, por lo menos, para mí lo es. No llamo a cualquiera amigo.
Hoy en día, es difícil encontrar personas verdaderas. Personas que no te van a fallar, que te van a querer, apoyar, escuchar, estar ahí cuando las necesites, entre otras cosas. Pero cuando encontrás a esas personas... No las querés dejar ir. Querés pasar el mayor tiempo posible con ellas, contarles cosas, salir a divertirse, reír, llorar, crear los recuerdos más hermosos que jamás podrías tener. Ponés toda tu fe, confianza, amor, respeto, fidelidad en esa amistad, en esa hermosa relación.
El problema está cuando esas personas a las cuales querías (o amabas), respetabas, confiabas, etc; te traicionan. Te traicionan de la peor forma. Te rompen el corazón en mil pedazos o incluso millones. Sin importarles en cómo eso va a afectarte. Realizan actos egoístas, malvados e hirientes. Piensan en su propia satisfacción sin importarles lo que les pueda pasar a aquellas personas que tanto las querían. Sería estúpido pensar que fue un acto "inconsciente" cuando es totalmente evidente que no lo fue, que fue hecho con toda la intención de lastimar, herir, romper, destruir.
Y... ¿Qué pasa con las personas del otro lado? Sencillo, sufren. Sufren aquella pérdida, aquella traición, aquel dolor de saber que esa persona a la que le habías dado tu corazón y alma, las arroja al suelo como si fueran la envoltura de un caramelo.
Duele. Duele muchísimo. Las lágrimas a la madrugada son el único consuelo y las sonrisas fingidas, su único escudo. El vacío en el pecho se hace cada vez más difícil de ignorar u ocultar. Cada vez, ese escudo se vuelve más débil revelando todo el dolor y sufrimiento que hay debajo. Los días se hacen grises, oscuros, fríos, sin vida, insípidos. Piensan que no van a poder seguir adelante o que nunca van a encontrar a una persona que pueda llenar aquel vacío en su corazón. Tienen miedo a una nueva traición, a sufrir otra vez, a empezar el ciclo nuevamente. La soledad es inevitable. Y ese miedo que les llena el pecho cada vez que alguien se acerca un poco más, carcome al corazón. El miedo es más fuerte que el anhelo a llenar el vacío. No quieren que ese agujero se haga cada vez más grande, profundo, oscuro y desolado.
Por eso ya las personas no confían. Porque saben que aunque puedan encontrar a aquella persona que los haga sentir completos por un lapso de tiempo, algún día se irá dejando una mancha negra en lo más profundo del alma.