Desde que tengo memoria, siempre cargué con el peso de ser pesada. A mis 7 años pesaba casi 40 kilos, y no fue si no hasta los 14 cuando comencé a ver la vida de otra manera.
Todo inició en las vacaciones de verano del año 2004. Bendito verano: vacaciones, playa, amigos, familia y la comida, montones de comida.
Recuerdo bien que fui a una tienda de ropa con mi madre a quien siempre le gustó que su hija fuera "la mas mona" en cuanto a vestimenta, por esa razón me compró un traje de baño "adecuado para una mujercita de mi edad" ¿y yo? Yo estaba contenta, para nada me importaba que mis lonjas y la grasa de mis piernas sobresalieran de aquel diminuto traje. Era muy obesa.
Pues bien, llegó el tan ansiado día, para cerrar el ciclo escolar, mi grupo daría una visita a la playa, y una vez que llegamos ahí ¡fuera ropa! Todos lucían sus trajes de baño, unos menos ostentosos que otros, pero al fin y al cabo, eso no era lo importante, lo que de verdad importaba... Era el molde que lo portaba.
Cinturas milimétricas, piernas delgadas y en su mayoría largas, paseaban por doquier, mis compañeras de ese entonces parecía que jamás habían visto a alguien como yo en traje de baño, puesto que en cuanto me quite la ropa, iniciaron las burlas. Inició la pesadilla.
"Cerda" "gorda maloliente" "oink oink" se escuchaban por todo el bus que nos transportaba, fue la primera vez que sentí vergüenza de mi cuerpo, y tan concentrada estaba en esa nueva sensación, que no me percaté que alguien me había lanzado frituras en el cabello. No dije una sola palabra.Cuando llegue a casa, lo primero que hice fue romper el traje de baño que me había causado tanto dolor, y después pensé que todo mundo tenía razón, era tiempo de bajar.
Bajar, Bajar y bajar, era mi nuevo objetivo ¿como lo lleve a cabo? Fácil. Dejé de comer, días, semanas, meses...hasta que perdí la cuenta, y cuando me di cuenta, era un cadáver viviente.
Todos a mi alrededor comenzaron a preocuparse, mi madre me llevo al doctor en dos ocasiones y todos le decían que estaba desnutrida, y por más que se esforzará por alimentarme, jamás lo lograba. Siempre encontraba una salida para salirme con la mía.
Todo me parecía perfecto hasta que noté algo raro, mi cabello se caía a montones y siempre tenia frío. " La belleza duele" me repetía para darme ánimos.
Un día de octubre, la escuela organizó un maratón y el ganador recibiría una bicicleta. Obviamente, me inscribí, pensando en que aparte de ganarme una bicicleta, quemaría bastantes calorías, y que cada vez estaría mas cerca de ser delgada, de ser hermosa. Error.El primer kilómetro lo aguante sin problema alguno, pero al comenzar a recorrer el segundo, fue como si el tiempo se hubiera detenido, mi vista comenzó a nublarse y sentí como si el viento me jalará, como si fuera un pedazo de papel.
Desperté en el hospital. Cuando abrí los ojos mi madre lloraba y mi padre me miraba con una mirada llena de tristeza ¿compasión tal vez? Nunca tendré el valor de preguntárselo.
El doctor dijo que mi estómago estaba prácticamente desecho, úlceras aquí y allá, mi corazón estaba muy débil, taquicardia y ni hablar de mis defensas. Estaba viva de milagro.
Con el paso del tiempo me recuperé, pero no voy a mentirte, no fue sencillo, además de que no lo estoy del todo, tengo muchas secuelas.
Hoy, a mis 26 años, que trabajó como nutrióloga y hago mis labores de psicóloga en centros de ayuda para personas que sufren de Anorexia o Bulimia, puedo decirte que me veo reflejada en todas y cada una de esas chicas (en su mayoría) puesto que todas compartíamos la misma meta: La perfección. La maldita perfección.
No hay absolutamente NADA perfecto en este mundo, nadie puede decir qué es aceptado como bello y perfecto y qué no.
¿Desde cuando una cintura y unas piernas rellenas son motivo para querer autodestruirnos?
¿Quién dijo que las llamadas "chicas tumblr" son la representación gráfica de lo que una adolescente debe ser?
No querida, no caigas en el viejo truco. Amate. Así, tal como eres, con tu peso, con tu cabello corto y alborotado, ¿que más da? La belleza esta en la escencia, no en la apariencia
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Dramas Existenciales
De TodoHistorias que la autora ha guardado para esta complicada etapa de la vida: adolescencia.