Proyecto Dalton: Libro 1 (Crónicas del anciano)#Wattys2016

EPISODIO XIV (ENTRENAMIENTO)

Dalton, por su parte, no pudo contenerse. No tomó en cuenta si debía confirmar la información del niño a pesar que la mayor parte de esta era cierta.

- Oye así que tu eres la bruja que se come a las personas de la aldea!!!

- Te daré una lección que jamás olvidaras ¡!!

Dalton se abalanza hacia la mujer anciana dispuesto a atacarla, el resto de las muchachas no tuvieron espacio para detenerlo, todo fue muy rápido; a unos pocos metros de distancia antes de acercarse a la mujer Dalton fue impulsado hacia el suelo con una potencia sin igual, generando fracturas en este. La persona que lo impactó tenia sujetada su cabeza al suelo inyectando así mucha mas presión y fracturando aún más el suelo, Kaoru, Retsuko y Kiyone sólo miraron con asombro como Dalton había sido noqueado, Dalton queriendo recuperarse, logra realizar una maniobra en la que golpea al sujeto con la 'pierna, pero este la bloquea con su brazo generando una brecha que Dalton aprovecha para liberarse, apenas pudo bloquear algunos golpes del sujeto cuando en uno de esos logra asestar en el estómago de Dalton, enviándolo a varios metros de distancia.

Esto representaba un apuro para él, veía que el sujeto era mucho más rápido que él, cuando en ese momento aparece el sujeto justo delante de él y justo en ese momento iba a darle un puño en la cara cuando fue detenido.

- Es suficiente Badru –exclamó la anciana, evitando el golpe final.

- Como ordene maestra Minerva! –

- Que?.. USTED ES LA MAESTRA MINERVA?????? – preguntaron Retsuko y Kiyone con mucho asombro.

- Cuanto tiempo sin verlas niñas del otoño, han madurado puedo ver... -

Junto con Badru, las monjes de rango superior se hincaron ante la anciana como un gesto de respeto y venia, Kaoru , se mostraba confundida y Dalton levantándose del suelo con ninguna herida producto de una curación rápida lo que llamó mucho la atención de Minerva.

- Maestra minerva, por favor acepte nuestras disculpas – confesó Retsuko

- No recordábamos con exactitud si era usted o no, estábamos confundidas – complementó Kiyone

- No se preocupen mis niñas, ustedes eran unas bebes cuando yo me fui del templo –

- Puedo mirar que no vienen solas, ya veo que ya complementaron su entrenamiento, pero los discípulos de Nishimoto aún no –

- Así es maestra, mi nombre es... -

- ... Kaoru Izumi; como la fragancia que desprende la flor de lirio, debes ser una mujer con unos sentimientos muy frágiles, y tratas de ocultarlos por miedo... me pregunto a que le temes?...

- Pepepero... como sabe usted todo eso?... no se lo he contado a nadie!!!

- Esa es una de las habilidades de la maestra Minerva, ella es una persona muy sabia – respondió Badru

Badru , un hombre egipcio a juzgar por su tez y apariencia, muy robusto, calvo con una cola de caballo adornando la parte trasera de su cabeza, vestido con un pantalón oscuro una camisa blanca mangas largas y un corbatín estilo pingüino, mostrando una cortesía y delicadeza, recibe a las muchachas borrando la primera impresión que captaron de él, mientras que Dalton acercándose un poco mira con resabio a la Minerva y Badru.

- Kaoru frágil ¿??? – pppffff – aún no la conoces, anciana –

- Por cierto quien eres? –

- Porque Retsuko y Kiyone te conocen ¿??? - porque diablos vives en un lugar como este? –

- Aasssshhhhh... Dalton!!!!! - ten más respeto – replicó Kaoru

- La nobleza de tu madre y la imprudencia de tu padre, eso eres tú Dalton – respondió la mujer –

- Mi nombre es Minerva, he vivido lo suficiente como para darte una lección que jamás olvidarás, pero sería igualarme contigo-

- Y si no lograste vencer a mi mayordomo, mucho menos podrás ponerme un dedo encima-

- Estas aquí por un propósito Dalton... es fortalecerte – A menos que no quieras hacerlo y dejar en el olvido a ese niño que les pidió ayuda...

Esas palabras pronunciadas por Minerva resonaron en el interior de Dalton provocando que este agachara la cabeza y posterior a eso callera en un silencio desnudo a la vista de todos, o tal vez de casi nadie. Nadie podía ver lo que sucedía en el interior de Dalton a excepción de minerva, ella podía ver con claridad como hervía su sangre, como todo ese hálito recorría su cuerpo buscando una vía de escape, tratando de ser expulsado, cada momento más la anciana se convencía del poder oculto del muchacho; el entrenamiento era necesario.

- Retsuko , Kiyone... su oponente de entrenamiento será Badru, con eso reforzaran habilidades –

- Entendido maestra Minerva!!! –

- Kaoru , el tiempo que me tomará el entrenamiento de Dalton es el que permanecerás meditando – tan pronto termine con el muchacho iniciare contigo, entendido?

- Por supuesto maestra –

- Dalton, es hora de fortalecerte –

- Bien, ya estoy preparado para todo!!! –

- Por favor, sígueme y no cuestiones absolutamente nada de lo que verás –

Las puertas de la casa se abrieron solas, como si fuera magia, eso ya no impresionaba a Dalton pues pensaba que ya nada le debería resultar extraño, una vez cerradas las puertas logró presenciar la absoluta "Nada" ; la casa era un lugar donde el espacio gobernaba no se podía ver ningún objeto, era obscuro y las sombras se reflejaban blanca en lugar de ser negras.

- Es hora!!... joven Dalton... - has oído hablar del poder espiritual y el halito?

- Sólo un poco del maestro Nishimoto -

- También me dijo que "El poder espiritual es aquel que vamos desarrollando y acrecentando durante toda nuestra trayectoria evolutiva por las acciones de bien realizadas y que significa en realidad "Fuerza de Acción"-

- Excelente, supongo que también te dijo que debía ser yo quien te enseñe los principios básicos... no es así?

- Así es... también me dijo que usted tiene las respuestas que busco –

- Entonces ... empecemos por el principio joven Dalton –

- Iniciaremos con el hálito ya que conoces la base de este... es también soplo suave y apacible –

- Este hálito, soplo o principio vital se encuentra en todos los seres vivos (incluidos también los animales y las plantas) y desaparece cuando el cuerpo muere.- es el símbolo de la integración, de la perfección de la materia por el espíritu. Es el símbolo de la sabiduría.