Tomás y Luna
—No están tan mal las milanesas -dijo Luna
—Ya te dije, es lo que hay. — dijo Tomás con la boca llena. — O sea, no hay ni puré. No sé qué haría sin mi mamá. Imaginate que cuando me deja en la cola del súper porque se olvidó la leche, me muero de miedo.- Tomás y Luna se rieron.
Luna se quedó pensando. ¿Cómo sería crecer sin madre, ni padre? Su papá lo sabía muy bien, y de golpe pudo comprender lo importante que era para su papá ese viaje. Laura era como su hermana.
Charlaron mucho. De ser las doce del mediodía, pasaron a ser las cinco de la tarde.
—Che, ¿querés quedarte hasta las once y media?
—¿Por?
—¡Noche de cine!
—¡Sí!
La noche de cine era una maratón de películas que hacían cuando se juntaban.
—¿Qué querés ver? —preguntó Tomás
—Maratón de Harry Potter. Nada de películas muggles.
—Si elegías ver El diario de la princesa, te esperaba un Avada Kedavra.
Se rieron.
—Las películas de Harry Potter no son lo mismo que los libros, pero igual me encantan. —dijo Luna, mientras sacaba los DVDs del cajón.
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Tres meses
Teen FictionTomás y Luna eran mejores amigos desde muy chicos. Los dos sentían algo muy fuerte por el otro, pero ninguno se animaba a gritarlo. Todo iba bien, hasta que Luna le dio una "trágica noticia" a Tomás: se iría a vivir a Londres en tan solo tres meses...
