14 ✨

3.3K 168 39
                                    

Inuyasha respiro hondo disfrutando del viento, mirando desde la rama del árbol a Kagome a lo lejos recogiendo hiervas... la miro sonriendo... cada día que amanecía se sentía feliz de saber que tenia un motivo para ponerse de pie caminar y hacer algo... su motivo era Kagome...

Como parte Inu Youkai para el siempre había sido muy importante tener alguien a quien proteger y por eso se había sentido siempre tan desolado y vacio... porque no había nadie a quien proteger... y quien aceptaría la protección de un Hanyou? nadie... nadie... hasta que llego Kagome...

Creía que cuando era un niño y su madre aun estaba con vida había sido feliz... estaba equivocado... su madre lloraba casi todo el tiempo porque los otros niños lo maltrataban... y la llamaban a ella prostituta y otra infinita cantidad de nombres increíblemente desagradables... y siempre se sentía miserable por se el culpable de que la llamaran así... guardando rencor contra su padre porque no estaba ahí para cuidarla... detestándose a si mismo por no poder se grande y fuerte como para cuidar de ella...

Pero a Kagome si podía cuidarla... con Kagome a su lado era tan feliz... su corazón latía fuerte y gustoso al verla... sentía que no podía respirar cuando lo veía de esa forma especial y le sonreía así... Kagome era su todo y era su mundo... todo era tan perfecto... jamás creyó que podría llegar a ser tan feliz como ahora...

Kikyo ya no le odiaba tanto y le permitía llegar a ver a Kagome y llevarle comida y cosas... la Miko fría y fea había aprendido a aceptarlo... incluso ella... gracias a que Kagome siempre hablaba bien de él y le sonreía de esa forma... incluso los aldeanos... cuando lo veían... se había encontrado con un par que incluso lo saludaba por su nombre... "buenos días Inuyasha..." "buenas tardes Inuyasha..."

Poco tiempo después descubrió que era una familia que había salvado de un Youkai que ataco la aldea en una ocasión... y ahora le agradecían... gracias a Kagome...

Los aldeanos no veía a Kagome como algo sucio... la veían como la Miko que era... y no cambiaban su opinión aunque el caminara junto a ella de vez en cuando en la aldea... en estos últimos días hasta les sonreían... y se había sentido extrañado pero feliz a la vez... su mundo no podía ser mas perfecto y feliz...

Una tarde escucho a Kagome comentarle a la pequeña Kaede que en la aldea de donde ella provenían los muchachos que cortejaban a las muchachas les daban flores... y a ella siempre le hubiera gustado recibir flores... desde ese día le llevaba flores a la cabaña todos los días... cuando ella le pregunto si era el quien llevaba las flores se había sentido avergonzado... pero cuando le dijo que era el y ella le sonreído de aquella forma... mirándole de esa forma... su corazón quería salirse de su pecho de lo feliz que se sentía...

Kagome se había vuelto más fuerte también... y por eso había un par de Youkai débiles a los que dejaba pasar a la aldea para que ella y Kikyo destruyeran... Kagome era mas fuerte ahora... y el la veía cada día mas hermosa... cada día mas perfecta...

Nunca la dejaba sola... siempre la observaba desde una distancia... o al menos estaba pendiente de los latidos de su corazón... escuchándole latir tranquilo... era un sonido que amaba tanto... su aroma era aun mas adictivo para él ahora que en un principio... y ella era tan suave...

Por eso no se había permitido besarla de nuevo... no quería arruinar su felicidad y acabar con todo ahora... quería seguir así como ahora apara siempre... pensó que como Hanyou no merecía ser feliz... pero si Kagome era feliz al mismo tiempo que el, entonces no había problema...

Kagome se pasaba algunos días completos con el... y lo traba de una forma que jamás creyó un Hanyou como el podría ser tratado... se reía con el... compartía sus cosas... le contaba su día... compartía de su comida con el... lo abrazaba y le sonreía todos los días... caminaba muy seguido tomando su mano... Kagome era... era todo.

Mi DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora