LOGAN

P r o l o g o

1753/ Nueva Orleans

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El ambiente lúgubre se esparcía a su alrededor, con un aire electrizante, sobrenatural. Solo algo inhumano podía sentirlo. El viento susurraba palabras de odio y rencor.

Logan Mouskouri definitivamente odiaba a todos. Había nacido en un mundo de mentiras, traición y dolor. No entendía los secretos que escondía su tierra- la terrorífica magia, las artes más oscuras y los guerreros más horribles-

Y él había muerto a manos de su propia esposa.

Ahora caminaba sobre el mundo como algo diferente, algo poderoso y letal. Inhumano. Algo feroz, habían acabado con la poca esperanza en él. Ahora no había nada, no tenía corazón, piedad, benevolencia o alma. No quedaba nada dentro de él. Solo un dolor tan profundo y arrollador que desataba la bestia escondida en su interior, algo que sin duda nunca seria domesticado por alguien.

Echando su rostro hacia atrás, rugió toda la ira contenida en su cuerpo, su bestia gruñía con sed de venganza. La sangre de quienes lo traicionaron ahora lo cubría por completo, aún tenía el gusto metálico en su boca y el hedor a muerte inundaba su mente. Aun así sentía que no era suficiente. Necesitaba más.

No lograba calmar ese odio dentro de él...

Ingenuamente creyó que aquello calmaría sus ansias de sangre, pero no fue así, sucedió lo contrario ahora deseaba más, poder regocijarse con el dolor de aquellos que lo humillaron y asesinaron. Algo dentro de su pecho crujió de dolor ante el recuerdo del rostro de esposa, Delphine, había sido la mujer más hermosa y elegante, la única cosa buena que pensó que había logrado en su vida, pero no era así. Ella le había arrebatado su mortalidad, todo por el deseo de poseer más. Había caído en las redes de alguien que supo manipularlo a su antojo hasta matarlo.

Pensó que lo amaba.

Ahora su gente estaba muerta, el fuego había consumido cada centímetro de su pueblo, mientras él era encadenado y humillado ante un grupo de imbéciles sobrenaturales. Por su culpa ahora viviría una eterna vida llena de dolor e ira.

Miro los cuerpos ensangrentados de todos esparcidos por el suelo, si, había disfrutado al máximo cada segundo de ello, sus rostros de terror y sus gritos de agonía. Pero nunca estaría satisfecho.

Con una última mirada a las intensas llamas pateo el cuerpo decapitado de la que alguna vez fue su esposa, el fuego la acogió velozmente hasta reducirla a cenizas.

No quedaba nadie vivo.

Nadie.

Los había matado con sus propias manos y ya todo por fin había terminado.

Logan rio ante el amargo pensamiento, no, apretó sus manos ensangrentadas y rugió con fuerza.

Aquello apenas comenzaba...

N/A

TA DANNNNN

DE VERDAD QUE ESTOY AMANDO ESTE NUEVO PROYECTO Y AHORA NO DUDO EN COMPARTIRLO CON USTEDES, ESPERO LE DEN LA OPORTUNIDAD. BESOS Y ABRAZOS.