Todo comenzo con mi raro cliché de caerle mal a ciertas personas, para mi fue mas difícil lograr a hacerlo con Ju... Pues pronto comenzaría a ser mi mejor amigo, confidente, y sobre todo un guia en los siguientes días.
"Ju" es el apodo que le tengo al judío. Nos vimos por primera ves en la tienda de chocolates, aquellos tiempos para mi eran solo de rechazar a las personas antes de que me rechazen a mi, pero el se notaba que tenia una intencion de no dejar de molestarme hasta que le diga un hola. Lo ignore por completo los siguientes dos dias, donde su sombrero y su chaqueta café aparecían magicamnete en el lugar donde estaba para luego decirme con su tono sutil pero firme: hola. Simplemente me alejaba pensando que me retarían, no solo por hablar con extraños, sino por hablar con un judío...
Para ubicarlos más, y por sobre todo explicar mi desprecio por las personas en esos años, estabamos en guerra, si, en lo que se llamaria después, segunda guerra mundial. Mi familia era bastante endeble, muy flexible con el tema... El chico no me parecia atractivo, era muy comun ver su cara: pálida, sonriente, con muchas cosas ocultas detras de esos enormes ojos grises, era flaco, pero a pesar de su apariencia enfermiza el siempre sonreía... Especialmente cuando me veía.
Vamos!, que puede pasar entre una chica como yo de 15 años, con un judio de 17? ... Eso pensaba... Eso creía...
