Cuando por fin despues de miles de intentos que realizo el judío logré modelar mis labios en forma de una enferma sonrisa el inmediatamente lo interpreto como signo de amistad y procedió a abrazarme. Me hice a un lado con gesto de disgusto, pero por mas que el odio natural en mi fluía esa mañana, la sonrisa blanca y sutil de Ju me invadía.
- Me llamo... -
-No me importa como te llames solo aléjate, que si me ven contigo me castigarán-
-Porque soy judío?, pensé que tenias un poco mas de cerebro que los corruptos oficiales que buscan la ruina de mi religión.
¿como se atreve a hablarle asi a una niña de la Alemania nazi? ¿que encortro en mi que a el le pareció muy confiable?...
Lo mire atentamente tratando de mostrar seguridad en mí, pero sus palabras me motivaban a tomar eso como un reto de hablarle, giré la cabeza en busca de alguna persona que nos mirara con sospecha... Nadie... Lo volví a mirar curiosa y le respondí con voz amistosa pero muy fría:
-Me llamo Elizabeth, y te llamaré Ju-.