who

12 0 1
                                    

Yo solo vivía por su sonrisa, por esos hermosos ojos que hacian una perfecta sinergia con cada movimiento que ella hacia, por esos bellos labios que cual miel eran cálidos y dulces en una noche de invierno.
Eras tú, sí, eras tú la que me quitaba el sueño y sin pestañear podia escribir cada verso pensando en tu fascinante encanto, en la melodiosa sinfonía la cual la protagonista era tu voz.
Estoy condenado a vivir eternamente en la agobiante tortura de no tenerte
Estoy condenado a vivir en el infierno por el tortuoso pecado de amarte, amarte con tanta idolatría sin subsanación alguna.
Y estoy condenado, estoy condenado, a vivir sin tu amor.

?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora