Primera parte; Intento suicida de un escritor.

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Hace unos días que llegué a mi ciudad pues tengo una visión de proyectarme con el negocio de mi padre, falleció no hace mucho por eso he venido hasta acá, pero vengo a remodelar todo y empezar a trabajar, me han dicho que aquí no es fácil.

Creo que todo está muy bien. Mi nombre es Lewis y en cierta parte me siento raro contándoles esto, pero es la única forma de mostrar al mundo entero que las personas están rotas y ni el vino más exquisito y la cerveza de agrado: borrará el dolor que hay dentro.


Vamos con el comienzo, dos años atrás antes de esto trabajé en un bar, solía pasar horas y horas hablando con la gente que llegaba a pedir sus tragos. La música sonando, chicas hermosas divirtiéndose o llegaban para pasar un rato diferente los chicos con la mirada perdida que sólo reclamaban su trago como si quisieran olvidar algo o arrancárselos entre bebidas, esa no es la parte más interesante...lo mejor era cuando estábamos a punto de cerrar, esas madrugadas donde la gente venía dispuesta a que alguien los escuchará o simplemente charlar, tal vez encontrarse con ellos mismos. Percibí gente que hasta duraban horas paseando su dedo índice por el trago mientras el hielo daba vuelta como preparando su arma de guerra para llevárselo directamente al vacío, mientras bebían los observaba presentía que les faltaban soledad (Sí, les faltaban, eran normal para ellos estar rodeados de gente) no sólo eran personas de vicios...no. Doctores, ingenieros, grandes empresarios, hasta una vez un gran escritor se paseó por esa barra. Era difícil de creer, trabajé en "THE PENROSE" (Uno de los mejores bares en nueva york) Con decoración tipo industrial (pisos de cerámicos y techo de madera)


Aún recuerdo la primera vez que alguien se expresó sin miedo alguno, tenía algo interesante que decir su nombre era John Márquez, terminó siendo uno de los más jóvenes escritores en estados unidos de nacionalidad venezolana.

Esa noche no había más que el jazz de fondo mientras terminaba de limpiar los vasos y una voz muy compasiva me dijo;


-John: Un trago, por favor. Sin mucho hielo.

Me parecía haber escuchado esa voz antes, en una rueda de prensa o televisión para mi sorpresa voltee y era el, un chico talentoso con sueños y apareció para beber.

-Lewis: Claro, ¿algo más? –Le pregunté.

-John: No, nada más. –Respondió cordialmente.

El joven había pasado más de 10 copas, me preguntaba qué era eso tan grave para ahogarse así, fui muy sutil y le pregunté:

-Lewis: Señor Jonh ¿A qué se debe tantos tragos sin control? ¿Una amante? ¿una desgracia? ¿Un sueño roto? ¿Lo robaron?

-John: No, mi querido camarada. –tomó el trago y bebió rápidamente– no es nada de eso.

-Lewis: ¿Entonces qué?

-John: Un recuerdo, una historia.

Lo iba a interrumpir preguntándole que era esa "historia" pero el prosiguió a dejar las palabras salir de su boca.  Observé su rostro...dejó perder su mirada.

-John: Hoy no estoy para películas....ni revistas porno o esas escandalosas sin material de importancia, hoy no estoy como para llenarme de insomnio y no poder aprovecharlo, estoy lleno de tantas ideas que quisiera expresarlo pero mientras avanzo contándote escucho los pasos de tantas cosas que pasaron por mi vida.

Mi abuela decía que lo difícil no era no poder olvidar, difícil es no poder evitarlo. Tenía momentos, gente, lugares, viajes, playas, chistes, cartas, colegios, una vieja pista de baile donde solía ir...muchas sonrisas y lágrimas que formaron parte de su vida y era realmente difícil llegar a un grado en que vas olvidando todo poco a poco...

-Abuela, es normal. Cuando la gente ya alcanza un alto grado de edad, envejece. -Le dije.

-Esa es mi parte favorita del cuento hijo...

No sabía a lo que se refería, pero su amnesia volvería a ser efecto así que sólo deje que el silencio tomara lugar principal mientras concentré toda mi atención en ella;

-La vida es algo tan hermosa que hasta los últimos pasos de ella son inocentes. Al igual que el comienzo: llenamos nuestras cabezas de momentos para ya después de un largo tiempo de haber sobrevivido con tantos, sólo te desprendes de ellos.

Me encantaba cuando hablaba así de esa manera esa sensatez y sabiduría que reflejaba en cada palabra que salía de su boca, admiraba a esa vieja en cuestiones tan profundas. No por nada fue escritora.

-Escribir es un arte, mijo. Debes intentarlo algún día.

-Algún día mi adorada vieja, algún día.

-Lewis: ¿...Qué pasó al final?

-John: Pues esta es la triste historia de tercer libro, lo publiqué ayer...por eso he venido a celebrar, ella falleció hace siete meses y desde siete meses he trabajado con el dolor de pecho para cumplir lo último que me dijo mi abuela, que algún día enseñe el arte y apreciar lo hermoso de la vida en un intento suicida de ser escritor.

-Lewis: ¿Intento suicida? –Preguntó desconcertado.

-John: Puedes morir o vivir en el intento.

-Lewis: ¿No suena muy despistado y algo  poco poético?

-John: Tiene razón, pero una cosa ha de ser cierta, se les dicen intento suicida porque no es fácil saltar hacia ese puente...mejor sírvame otro trago...




Continuará...

Espero te haya gustado <3.


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