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La segunda noche con el patinador consiste en poner en práctica lo aprendido en el gimnasio, solo que esta vez sobre el hielo.
Jimin observa desde las paredes, inclinándose sobre ellas mientras llama a Jeongguk repetidamente, la voz resuena en la gran tranquilidad de la pista.
"Abre tus caderas", sigue gritando, el tono claramente pierde la paciencia cada vez.
¿Cómo se supone que debe abrir sus caderas ?
¿Por qué está abriendo sus caderas?
Después de la quinta instancia de Jimin gritando la misma frase sin más explicación, Jeongguk gira sus pies, triturando el hielo para detenerse y levantando una ceja confundida hacia él.
"¿Vas a decirme lo que quieres decir-"
Jimin se mueve hacia la entrada de la pista en un instante, caminando sobre el hielo con sus botas Chelsea y su chaquetón, usando una de esas gorras de repartidor de periódicos cuyo nombre oficial no tiene idea. Ni siquiera se tambalea levemente mientras marcha hacia Jeongguk, deteniéndose directamente frente a él.
Parece un sueño.
"Mantén tu pierna deslizante apuntando hacia adelante", explica, ajeno a los pensamientos de Jeongguk mientras se mueve alrededor de su cuerpo para colocarlo en la posición que él quiere, con las manos ardiendo de calor cuando recorren los músculos de su pantorrilla, fácilmente discernibles incluso a través de todos sus músculos. capas. "Gire su pierna extendida hacia afuera".
Jimin retrocede y lo hace él mismo en demostración, asintiendo cuando Jeongguk hace lo mismo.
"Te estás acercando, y si tu forma es cerrada no obtendrás tanto rango de movimiento, así que abre tus caderas", concluye señalando su postura, y Jeongguk supone que es terminología de patinaje artístico, o algo así.
Vuelve a eso, Jimin continúa gritándole periódicamente.
"Te estás extendiendo demasiado y tu pierna deslizante está sufriendo. Más bajo. ¡Tienes que estar más abajo del hielo!"
Jeongguk hace una mueca y lo intenta, pero todavía está dolorido, las piernas temblorosas, los músculos protestando.
"Avanza", lo alienta, y Jeongguk se encuentra luchando por superar el dolor, queriendo hacer precisamente eso. "¡Rodillas delante de los dedos de los pies!"
Se corrige a sí mismo después de cada recordatorio.
Cuando su forma está a la par, Jimin le dice que espere en las paredes, llame y abra el cronómetro familiar.
"Ida y vuelta, sólo una vez".
Jeongguk asiente ante las sencillas instrucciones, colocándose en posición.
