Capitulo 44

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Si por ellos fuera, vivirían besándose.

Poco a poco se separaban, cada uno tenía sus labios hinchados y rojizos y eso hacía querer besarse aún mas.

-Creo que debemos ordenar - propuso Justin, aun pegado a ella, Leila solo escucho aturdida - si Gloria ve esto, de seguro le da un infarto - beso cortamente lo labios de Leila, para luego separarse y empezar a recoger la basura.

-Tienes razón - dijo ella, estiro su brazo para alcanzar la canasta botada, pero inmediatamente se dio cuenta de su brazo cortado, al ver la tela llena de sangre se asusto, y Justin noto lo tensa que se puso.

-¿Que ha pasado? - preguntó mirándola, luego bajo su vista hacía el brazo de ella - Leila te has cortado - camino hacía ella y tomo el brazo Leila entre sus manos, examinándolo - te hiciste un corte profundo.

-No, no es nada - especuló.

-¿No es nada? - pregunto - déjame curarte - le pidió.

-Esta bien.

Después de un rato de curaciones, Justin ya había curado el brazo de Leila, con una venda pegada para que no siga sangrando y un poco de alcohol para las infecciones.

-En unos días mas, estará como nuevo.

-Muchas gracias - sonrió ella - pero ahora si ordenemos.

Pasaron unos minutos recogiendo todo, aunque Leila pensaba que ella sola debería de haber ordenado ya que fue ella quien votó todo al suelo, pero si el quería ayudarle, bienvenido sea.

-Bueno, ya esta todo en orden - le dijo Justin en un suspiro.

-Gracias Justin, tu no debías ordenar esto - hizo una pausa - si no yo.

-No te preocupes, ya lo hice - sonrió - iré a bañarme - le sonrió dejando mostrar sus perfectos y blancos dientes.

Un suspiro tembloroso salió de ella, la había besado y el no había escapado ni le había dicho que era un error, ¿a caso a el le estaban gustando los besos de ella?, sonrió y negó con su cabeza, lo que estaba pensando era algo estúpido, le hubiera gustado seguir abrazada a el, besándolo, acariciándolo. No podía negar que el chico era muy bipolar, pero cuando representaba su lado tierno y protector, daban ganas de besarlo y no soltarlo. Rió antes sus ingenuos pensamientos.

-Hola Leila - saludo Jazzy entrando a la cocina.

-Hola pequeña - saludo ella también.

-¿Que te ha pasado en el brazo?

-Ah - miro su herida - eso es lo que pasa cuando estas en las nubes y no te das cuenta en donde caminas - mintió, no quería decirle verdaderamente lo que le había pasado, la pequeño rió y negó con su cabeza.

-Tienes que tener más cuidado - advirtió Jazzy.

-Lo sé pequeña - acarició tierna mente el cabello castaño de la pequeña.

-¿Cuando me llevarás a jugar con Lizy?

-Cuando tu quieras.

-¿Mañana puede ser? - pregunto sonriente.

-Mañana tiene rehabilitación, pero si quieres puedes acompañarnos.

-¿Enserio? - su rostro se ilumino completamente

-Claro.

-Gracias - beso la mejilla de Leila y salio corriendo de la cocina.

Amaba cuando veía sonreír a esa niña, por decir amaba a esa niña, era un hermoso angelito que tenían los Bieber, un angelito que tenían muy abandonada y que necesitaba de amor

Solo soy una empleada (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora