- Aquí estás, te he estado buscado padre, tengo muchas cosas que contarte.
- He estado en reuniones importantes Santiago, ¿qué es lo que quieres?
- Padre, verás, se acerca mi cumpleaños y ehh.. bueno.. es que...
- ¡Dios Santiago, madura ya! Deja de estar hablando como un niñito de 5 años que quiere su biberón.
- Okay Padre, veo que no me escucharas, parece que estás muy ocupado entre tus mujeres y tu trabajo.
- ¡INSOLENTE!
- No te preocupes, yo haré lo que quiera padre, tú sigue con tu patética vida, no me importa.En ese momento bajó una lágrima por mi rostro, mi padre era la persona más cruel de este mundo, no podía creerlo, siempre está ocupado para mí, parece que nada de lo que hago le agrada, soy una vergüenza para él. Salí del edificio sin ánimos, sin fuerzas, las ganas de seguir respirando se agotaban, no le importaba a nadie, me sentía tan sólo.
El día estaba soleado, despejado, hacia un poco de calor, me subí al auto y manejé durante treinta minutos a través de la ciudad. Al llegar a la universidad, tomé mis libros y me dirijí a clase.
- Santiago!
- ¿Marcos?
- ¿Cómo has estado amigo? Parece que últimamente quieres huir de todos.
- ¿Huir? Vaya, sí que estás loco, no busco huir de nadie, tan sólo no tengo tiempo de quedarme después de clase.
- Mira, ¿recuerdas a Camila?, ella ha preguntado mucho por tí, tal parece que le gustas ¡Campeón!
- ¡Por Dios Marcos!, deja de decir estupideces, Camila tiene novio y tal parece que le gusta todo lo que se le atraviesa.
-Oye no seas grosero, acompañanos a tomarnos algo, desestresate... No todo en la vida es estudiar.
- No, no puedo Marcos, lo siento, debo entrar a clase.
- ¡EY! Al menos ve a mi casa esta noche, haré una fiesta por mi cumpleaños y estás invitado.
-Está bien, lo pensaré. Cuidate.
Caminé hacia el salón un poco apresurado, iba cinco minutos tarde. Al entrar, todos voltearon su mirada hacia mi, como si no fuese suficiente todo lo que había pasado, ahora, me sentía observado.
-Buenas noches Sr. Hrohag
-Buenos días profesor Ross, lamento mucho la tardanza.
-Siéntese y responda el cuestionario que hay en su silla, tiene una hora.
-¿Cuestionario?
- ¿No me diga que el Sr. Hrohag olvidó que hoy había examen?
-No señor, lamento la pregunta, ya me dispongo a hacerlo.
Me senté en mi silla, no había estudiado nada, ni siquiera sabía que había examen, me sentí un estúpido, tal parece que el mundo conspiraba a mi favor. Escribí mi nombre y me dispuse a leer.
*Esquematice y argumente los procesos por los cuales la célula duplica su material genético*
No podía concentrarme, aún sentía ese vacío inmenso en mi pecho, mi cerebro congelaba mis sentidos, me sentí estresado y de la nada, empecé a llorar, no podía creer como me afectaba esto, era un completo tonto, no sé que esperaba, mi padre se comporta siempre de la misma manera, ¿cuál era la diferencia?
No pude responder nada del examen, no me concentré, salí del salón y me fui a mi casa, estaba decepcionado, triste, tal vez necesitaba dormir. Llegué a mi apartamento y me pose sobre mi cama, cerré los ojos e intenté dormir.
Mi cerebro me torturaba, por mucho que lo intentaba no podía conciliar el sueño, pensaba como mi padre ignoraba cada cosa buena de mi, no le importaban mis notas, mi comportamiento, mi vida, absolutamente nada, y fue ahí en ese momento cuando tome mi celular y llamé:
- Hola Marcos, hablas con Santiago.- Santi, querido amigo, ¿cómo estás?
- No muy bien, en realidad, llamaba a preguntarte sobre tu invitación, ¿está todavía en pie?
-Ehmmm.... ¿estás seguro?, bueno, es que eres una persona tan alejada del mundo que no pensé que fueses a aceptar.
- Bueno Marcos, quiero ir, quiero ser alguien diferente, ¿es eso algo malo?
-Por supuesto que no campeón, te espero en mi casa, la fiesta comienza a las 9 pm, te envío la dirección por chat, ¿te parece?
- Si, perfecto, muchas gracias Marcos, ¿debo llevar algo?
-No, solo muchas ganas, eso es todo.
- Okay, nos vemos ahora, adiós.
Sentí un profundo sentimiento de culpa, desde que entre hace dos años a la universidad no socializaba mucho con nadie, era muy asocial, mi padre me repetía una y otra vez que la gente solo me quería hablar por mi dinero, que en esta vida todas las personas buscan un fin, y le creí, no tenía amigos, ni novia, de vez en cuando, me reunía en la biblioteca con compañeros para realizar trabajos pero, eso era todo. Mis compañeros de clase me tenían rabia, a veces escuchaba comentarios no muy agradables sobre mi, pero los ignoraba, fui criado bajo la soledad y debía acostumbrarme a ella, pero, hoy es diferente, quiero salir, explorar, ser alguien nuevo, disfrutar mi vida, sin importarme mi padre y sus patéticas normas.
ESTÁS LEYENDO
Crónicas de un enfermo terminal / #PNovel / #EC
Ficção AdolescentePersonas que día a día viven por vivir, sin concentrarse en las cosas esenciales de la vida. Cada ser humano posee una vida única, especial y diferente; lamentablemente muchos se dan cuenta de esto cuando están cerca a la muerte, y tú: ¿Has vivido t...