Muerte

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El caos empezó en el País de Verde, que se teñía de marrón ceniza. El Príncipe de Azul estaba alarmado y preocupado. Aún más cuando veía a su prometida tan tranquila en el sillón, leyendo una carta. Enfurecido, se la arrancó de las manos y entonces descubrió que ella le había fallado. No pudo dar crédito a que su amada se enamorase de alguien tan cretino como el Sirviente del Mal. Pero en ese momento, poco tenía que importarle, pues era mucho más preocupante lo que decía la carta. El amado de su prometida le había pedido que se reuniera con él. El Príncipe de Azul intentó advertirle y detenerla, pero aquella joven estaba cegada por amor, un amor mezquino que no le dejaba ver más allá de él.

Esquivando el sufrimiento de la ciudad, la Dama Armonía llegó al bosque que hacía frontera con el Reino de la Inhumanidad para reencontrarse con aquel al que amaba. El príncipe, en el castillo, se percató de que la princesa se había ido y fue tras ella, siguiéndole el paso desde lejos. Pero cuando llegó, no pudo hacer nada. El Sirviente del Mal atravesó con una daga a su amor y cumplió con las órdenes de su reina. Se sintió, por primera vez en su vida, un monstruo, y lloró de rodillas. El Príncipe, espada en mano, no vaciló y entre lágrimas decapitó al asesino de su hermosa amada. 

La noticia del asesinato del Sirviente del Mal se extendió y poco después El Príncipe de Azul fue víctima de los asesinos de la Hija de la Maldad.

"La muerte es la única justicia. ¡La muerte se impone a cualquier sentimiento! Si no eres mío, no serás de nadie. Si matas a los míos, me vengaré. Despídete del mar, cielo mío.

Después de todo, mis padres ya saben estas lecciones. 

Papis, deberíais haberme dado la corona por las buenas y también deberíais haber dejado vivir a mi Lucifer, era divertido ver como intentaba caminar tuerto y solo con dos patas.

Pudríos todos bajo tierra."

El Conflicto de los ReinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora