Capitulo trece; ME IMPORTAS

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POV' s Escorpio

Me encontraba en mi clase cuando todo ocurrió, la directora entro al salón corriendo, mientras que yo me quedaba viendo fijamente al pupitre solitario de virgo.

–Accidente...enfermería...Grave...reposo.... Virgo–hablaba la directora con el profesor, solo una pequeña palabra causo que mis bellos se erizarán.

La directora salio corriendo de nuevo, el profesor de química se veía preocupado, ¿que le había pasado a Virgo? Si algo le pasa...Me dirijo al profesor, mis pies y mi cuerpo están mas pesados de lo normal.

–¿Le pasa algo a Virgo?–le pregunte sin rodeos, él me miro seriamente, y movió la cabeza negativamente.

–Usted no es nadie para saberlo señor Marte, por favor vaya a su pupitre –dijo indicando mi lugar.

–¿Entonces puedo ir al baño?–le pregunté, si algo le pasaba a Virgo yo averiguaría, él profesor rodó los ojos pero al final accedió.

Camine apresuradamente por los pasillos hasta dar con la enfermería, entre pero estaba completamente solitario, encontré a la bella durmiente en una camilla con los ojos cerrados y unos verdosos moretones.

–¿Quien te hizo esto?– Susurré mas para mis adentros que para ella acariciando su cabello suavemente.

En su cara tenía varios moretones que se inflamaban con el pasar del tiempo, su camisa del uniforme estaba levantado dejando ver su hermoso y suave ombligo, pero tenia una venda, no tapaba mucho, desde la distancia se notaba el color morado fuerte que tenia Virgo. Pero aun así, después de tantos golpes tenía cierta belleza, se veía tan pacifica con sus párpados suavemente cerrados y sus labios entre abiertos.

–¿Capri?– Murmuró, apreté mis puños haciendo que tomaran un color blanco muerto, pero todo cambio cuando abrió sus ojos, esos ojos entre dorados y mieles  que me encantaban, y que a cualquiera hacían que perdieran la cordura.

–Virgo–le dije tomando suavemente su mentón y haciendo que me mirara.

–¿Escorpio?–dijo, su voz era tan suave como la voz de un ángel y me la imagine juntos en una cama despertando y diciéndome <Escorpio> y me encanto la escena, definitivamente me quería despertar todos los días junto a ella.

–¿Si Virgo?–le dije dándole una pequeña sonrisa.

Unos brazos rodearon mi cuello, mis ojos se mantuvieron abiertos con tal contacto físico, Virgo, Virgo Mercurio me estaba abrazando a mi, la chica de hielo se estaba descongelando, no tarde mucho en rodearla con mis brazos tratando de no tocar su herida, fue como si un momento no exitiera tiempo ni espacio, solo ella y yo. Pero lamentablemente aun tenia una gruesa capa de hielo, dejo de abrazarme y volvió a la camilla.

–¿Que haces aquí?–dijo con su expresión fría.

–Me escape de clases para visitarte, ¿que te a pasado?–le dije viendo sus moretones.

–No te interesa idiota–dijo escupiendo veneno, pero mi paciencia se colmo.

–¡¿por que eres tan fría?!–le grite colmado de su frialdad.

–No te interesa repito –dijo cruzándose de brazos.

–¡Claro que me interesa! ¡Tu me interesas!–le dije echando para atrás mi cabello en signo de frustración.

–¡Claro que no!–me gritó, sus ojos mieles parecieron ser por un milisegundo de color rojo fuego.

–¿Quien te dijo eso?–le dije furioso.

–¡TODOS, TODOS LO SABEN, YO NO LE IMPORTO A NADIE, POR QUE ESO SOY, NADIE, NADIE ME QUIERE O ME QUERRÁ, POR QUE SOY LO QUE SOY, SOY FEA, TONTA Y IDIOTA, NO QUIERO HERIR  A LOS QUE ESTÁN A MI ALREDEDOR, ¿POR QUE NO LO ENTIENDES!....–Comenzó a gritar como loca.

Y no me resistí, la bese, bese esos labios rosa marchitos, sus labios eran mantequillosos y fríos, una extraña y increíble combinación, ella se resistió, me empujaba fuertemente y dos que tiene fuerza la chica, pero no la solté, trate de transmitirle cuanto me importaba y cuanto la amaba, hasta que ella dejo de resistirse y me siguió el beso, una guerra de lenguas se llevo acabo en nuestras bocas, la abrace  acercándola a mi y ella con sus diminutas y frágiles manos agarro mi cuello.

El tiempo seguía suspendido, como quisiera quedarme hací por siempre, pero lamentablemente existe una cosa estúpida que se llama oxigeno el cual necesitamos para vivir, así que me separe de ella y recupere el aire perdido, ella me miraba atónita y se llevo sus manos a su boca, por fin hice que la chica de hielo se quedara sin palabras.

–Virgo a mi me importas, y si eres alguien, eres alguien importante para mi, yo te amo, no puedo decir que te quiero o me gustas por que que sería muy corto para este sentimiento que siento por ti ¡hasta amarte queda corto!, no eres fea, eres hermosa la mas hermosa persona su que yo haya conocido, eres inteligente, siempre sacas diez ¡y tu nota mas baja a sido 9.6! No eres idiota yo si lo soy, lo soy por no haberte confesado que hace seis años me e enamorado de ti, y sobre herirme, si tienes que herirme para estar a tu lado y ver aunque sea solo una vez tu sonrisa, me sentiría feliz de que me hiriesen...–le dije con una cálida sonrisa y sin mas me fui, salí corriendo sin rumbo, dejando a Virgo atrás.

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