El baile- por Eleni

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*Narra Eleni*
Me subo a la pista de baile en cuanto llego con Mariana, Dani y Alondra. Quien sabe a donde fueron las otras.
Después de un rato siento una mano en mi hombro y al voltear veo que son el chema y emilio, mis mejores amigos.
La verdad, el emilio me gusta desde hace mucho pero dice el chema que como que él no ha querido nada con nadie por ahora y pos nimodo pero hablo con él todos los días, de todas maneras.
Los saludo y me pongo a platicar con ellos. Después de un rato el emilio se va poquito y sé que va por una cervesita.
-Eleni, sé discreta, pero hay un bato que se la pasa viéndote- me dice el chema a modo de chisme jugoso.
-Qué mentira- le digo- ¿quién?
-No sé, no lo reconozco- dice confundido y señala con el meñique discretamente mientras hace como que se rasca-A ver, voltea a verlo, pero no seas obvia.
Volteo a ver en la dirección que dice y me toma algunos segundos encontrar al hombre misterioso pero cuando lo veo...OMG.
Está guapísimooooo y se nota que es más grandee. Uuuuh mayor y misterioso. Le sonrío y me sonríe de regreso.
Después de unos segundos el emilio regresa con un bule de "agua" y se nos queda viendo extrañado.
-Emmh...¿qué pasó?- nos pregunta.
-La eleni tiene un admirador- dice el chema echándome carrilla.
-Eh?- dice el emilio, confundido.
-El bato de allá se la pasa viéndola- dice el chema.
-¿te está poniendo incómoda? Si quieres voy y le digo- me dice el emilio.
-Nombreeee, está guapísimo- le digo, sonrojada.
-Ah- dice y se va de repente.
- Pos güeno- le digo al chema riéndome- ¿sabes qué, chema? Voy por una bebida rápido.
Me pongo en la barra y pido una piña colada cuando siento a alguien a mi lado y sé que es el bato misterioso, pero no volteo. Pide un bule de vodka.
Llama mi atención y nos ponemos a platicar. Ayyy está bien guapooo. Y es súper coqueto. Resulta que se llama Charlie.
-¿Quiéres bailar?- me dice y le digo que sí con la cabeza. Me agarra de la mano y me lleva a la pista de baile y a lo lejos veo al emilio parado, viéndonos con una mirada extraña. Qué raro.
Me pongo a bailar con el charlie al ritmo de la música y de repente todo el mundo desaparece y somos él y yo. Él me da vueltas y nos reímos.
Después de unos momentos de bailar empiezo a sentir como el bato se empieza a acercar de una manera que me pone incómoda y nomas me río y lo empujo ligeramente para que capte el mensaje pero sigue haciéndolo.
Me intenta besar y siento el olor a alcohol de su boca y me dan ganas de vomitar.
-Emmhh...ya no quiero bailar- lo corto mientras me separo unos pasos.
-¿Cómo que no, mi reina?- dice con voz de borracho y me empieza a dar miedo mientras me agarra fuertemente de la cintura. Nadie se da cuenta con todo el ruido y la gente.
-Ya déjame- le grito y antes de poder hacer nada más siento como alguien lo jala fuertemente y su agarre en mi cintura desaparece.
-Te dijo que no, wey, que pedo- grita el emilio mientras lo tira al piso de un empujón.
-Wey, tú qué?- le dice el charlie enojado mientras se para, listo para pelear-Lo que haga con esta no te importa.
Antes de que termine la oración, el emilio ya había soltado el primer golpe, duro, y la pelea había comenzado.
-Emilio!- digo sin saber que hacer...se van a matar! Charlie estaba arriba del emilio pegándole, ahora. Una multitud de espectadores comenzó a crearse alrededor de ellos.
Los golpes eran más duros cada vez y al tomar el hombro del charlie para separarlos, sentí como me lanzaba un codazo. Un dolor punzante me quemó la nariz mientras retrocedía. En cuanto pasó ésto emilio recobró sus fuerzas.
-No...te...atrevas...a...tocarla- dijo emilio, enloquecido entre cada golpe. Nunca lo había visto así de enojado.
Justo cuando pensé que lo iba a noquear, llegaron dos guardias de seguridad a separarlos.
-Se me salen, los dos- dice el más robusto. Y justo cuando emilio se quejaba mientras charlie recuperaba el aliento lo interrumpió- epa epa, fuera sin quejas.
Los escoltó a la puerta y yo los seguí, asustada.
Afuera, charlie se fue tambaleándose, aterrado del emilio, y el emilio se sentó, cansado, en el escalón de la entrada.
-Emilio, pude habérmelas arreglado yo sola, sabes- le dije reprimiéndolo.
-No iba a dejar que te faltara al respeto así- me dijo sin voltear a verme.
-Pero emilio, te pusiste bien loco- le dije alzando la voz- digo, gracias, pero como que muy exagerado...
-A ver, ya recibí muchos golpes hoy, ok? Ya es suficiente castigo- me dice.
-Perdón. La verdad gracias por defenderme. Es que nunca te había visto así. Parecías...otro.- le dije sentándome a su lado.
-Nunca me había enojado así- dijo con los ojos en la acera- y menos por una morra. Normalmente no soy celoso.
Eh? Escuché mal? A lo mejor dice que celoso así como amigo.
-¿Cómo que celoso?- le pregunto cautelosamente.
-Celoso. Celoso de la manera en que te miraba, de la manera en que bailaba contigo, de como te hablaba- Dice volteándome a ver a los ojos, reflejos de las estrellas en ellos.- De la manera en que tú lo mirabas y te reías con él. Yo debería ser el único que te mira así.
El peso de sus palabras me abruma...¿me está diciendo lo que creo que me está diciendo?
-¿Qué quieres decir- le digo.
-Te amo, eleni- me dice. No puedo pensar- No sé cuando empecé a hacerlo, pero lo hago. Incluso aunque tú no sientas lo mismo.
Voltea a ver el piso cuando ve que no respondo.
-Pero sí lo hago- le digo cuando proceso sus palabras y tomó un lado de su cara y suavemente la volteo hacia la mía- yo también te amo.
Hay un silencio, pero no es incómodo, es un silencio que al mismo tiempo dice mil palabras.
Y ahí, debajo de las estrellas, nos besamos, nuestro primer beso y no pude haber pedido uno mejor.
Cuando me separo de él me fijo en el moretón en su ojo izquierdo...un moretón que de alguna manera, extraña pero real, me hace quererlo más.

Espíritus abandonados.- Libro 1: Antes de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora