Capítulo 2
La claridad del sol que se filtraba por las ventanas fue la causante de despertar a Zoro. Se había quedado dormido en el sofá, con el consiguiente dolor de cuello. Perezosamente se fue incorporando, mientras se masajeaba la zona afectada. Apenas se había acostumbrado a tener los ojos abiertos cuando el timbre comenzó a sonar insistentemente.
- Quién cojones será a esta hora... - se levantó de mala gana y abrió la puerta.
- ¡Buenos días Zoro! ¿Listo para tu primer día?
- ¿De qué demonios hablas? El señor Walsh me dijo que hasta que llegara mi compañero no tendría que hacer nada.
- Ya lo sé, pero el jefe de ingenieros me envía a buscarte. Dice que necesita explicarte un par de cosas de los aviones comerciales.- Zoro entrecerró los ojos molesto- Yo no entiendo de esto, sólo soy un mandado -se defendió el moreno, alzando las manos frente a su pecho en pose defensiva.
- Está bien, dame quince minutos que me vista.
Un cuarto de hora después Zoro apareció por el salón con ropa más adecuada. Esta vez llevaba puesto un pantalón vaquero negro, una camiseta de manga corta y botas militares. Vio cómo Law esperaba tranquilamente en el sofá, parecía sentirse demasiado cómodo en casas ajenas; algo le decía que no se desharía de él tan fácilmente.
- Tendré que ser tu transporte, ¿cierto?
La única respuesta que obtuvo del moreno fue una enorme y genuina sonrisa infantil. Zoro suspiró, tampoco le importaba acercarle ya que él tenía que tomar el coche sí o sí. Además, tampoco le vendría mal tener un amigo en esa empresa de locos.
El aeropuerto quedaba cerca, poco más que un paseo, por lo que aún faltaba bastante para que Law empezara su jornada.
Una vez allí, Law se encargó de acompañarlo de nuevo hasta el hangar, pues Zoro no recordaba el camino, y nada más entrar al área de empleados ya se estaba dirigiendo al lado contrario.
El hangar estaba lleno de gente yendo de un lado para otro, incluso siendo tan temprano, además de herramientas pesadas y extrañas que el peliverde nunca había visto. También había partes del fuselaje de un par de avionetas siendo reparadas en aquel momento. Aquello llamó mucho la atención de Zoro, que se desvió de la trayectoria que iba marcando su compañero. Mientras tanto, Law había encontrado al hombre de cabellos pelirrojos frente a la hélice de una de las avionetas Iceburg Galley-La destinadas a mensajería aérea.
- Buenos días. Te traigo al novato, como me pediste -saludó jovial. Kidd, sin apartar los ojos de lo que estaba haciendo le contestó:
- Me parece que debes tener algún problema de vista, porque yo sólo te veo a ti -el moreno se puso a mirar alrededor buscando al peliverde, quien iba de un lado del hangar a otro, curioseándolo todo.
- Awww Eustass, no hemos tenido ni la primera cita y mira las cosas que me dices ya, bribón – dijo Law guiñándole un ojo. El otro le miró serio, sin entender a qué venía eso-. Déjalo. Enseguida te lo traigo.
- Espera. Antes de irte, ¿podrías alcanzarme eso? -interrumpió su marcha señalando una llave de carraca.
- Claro.
Law se acercó al banco de herramientas que quedaba a un par de metros. Se quedó embobado contemplando cuantos modelos distintos de instrumentos habían, por suerte, la que Kidd le había pedido era una de las pocas que conocía. La tomó y se la acercó al pelirrojo. Éste seguía muy concentrado realizando unos cálculos para la mejora de la hélice, tanto que ni siquiera apartó la vista del papel para coger la llave. Sus manos se rozaron en el intercambio. Eustass apartó la suya rápidamente al notar el calor impropio del metal proveniente del moreno. Law sonrió ante el gesto del contrario.
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Bajo tus Alas (MiZo, KiddLaw)
FanficSinopsis: Después de un grave accidente de aviación, Zoro entra en una profunda depresión incapaz de superarlo. Refugiado tras el culo de una botella no quiere enfrentarse al mundo real. Sin embargo, tras un pequeño empujoncito, Zoro por fin se d...