Capítulo 2

150 16 33
                                    

¡Hola amiwis!
, sigo viva.

Pero no se emocionen, estoy dispuesta a entregar mi celular para que ME DEN MI PUTO REGALO DEL DÍA DEL NIÑO.

LLEVO UN AÑO ESPERANDO PARA TENER EL JUEGO Y RESULTA QUE POR LA ESTÚPIDA TABLET DE MI HERMANA NO VOY A TENER LOS SIMS.

Y ya, empieza el capítulo:

-¿Qué fue lo que pasó?- le pregunté.

-Le detectaron una enfermedad mortal y grave- tragó saliva, miró a Len y a Rin y continuo- Y tendremos que irnos para cuidarlo.

-No, no pueden hacer eso. No se irán mientras yo siga vivo- Len parecía frustrado.

-Len, es mi papá, quieras o no, iré. No puedo, ni quiero, dejar que muera- le dije enfadada.

-Nero, Neru, por favor, quedense- Rin rogó con sus manos juntas.

-Rin, nena. Es por su bien, quiero que siga vivo al menos hasta que me case. Te prometo que volveremos- le dijo Nero tratando de tranquilizarla.

Rin llevó sus manos a su cara, sollozando, era un momento horrible para todos.

-¿Y no habrá alguna manera de que se queden? ¿Al menos uno solo?-Teto dijo, mientras un brillo de esperanza brotaba en sus ojos.

-No.

-Por el momento- susurré.

...

Ya había amanecido, era un día hermoso, y si era mi último día ahí, iba disfrutarlo.

Salí a andar en bicicleta con Teto.

Teto soltó un gran suspiro lleno de tristeza.

-¿Qué vas a hacer con tu carrera? ¿Con tus sueños?

-A veces la gente tiene que dejar ir sus sueños por la gente que quiere- respondí, pedaleando.

-Pero, ¡es tu gran oportunidad!- dejó de pedalear y me miró con tristeza y decepción, juntando sus cejas y abriendo los ojos.

Paré.

-¡Es mi papá! ¡Sin él no estaría aquí! ¡Debo hacer algo para agradecerle! ¡¿Creen que me gustaría irme de aquí?!

-¿Irte?- habló una voz conocida, a la que tenía mucho cariño y amor.

Con Len y Nero...

Len pov.

-¡Akita! ¡Para en este instante!

-Vives en mi casa y ¿Me dices "Akita"?

Corrí a Nero y lo empujé contra la pared.

«Zhukulemnto»

-No te vas a llevar a Neru se esté muriendo, o no, tu papá- le amenacé.

Resopló enfadado, enojado, sin duda me iba a dar una paliza.

NeruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora