Suena el despertador y sé que me tengo que levantar pero simplemente no puedo, ni siquiera soy capaz de abrir los ojos y eso dice mucho, a pesar de ser una persona totalmente mañanera, hoy era uno de esos días en los que uno no se quiere levantar de la cama y les aseguro que si no fuera porque tengo que ir a trabajar no me levantaría, pero las obligaciones llaman y al final termino levantándome, desconecto mi Iphone y lo agarro, voy al baño y hago mis necesidades, me cepillo los diente y luego abro la llave del agua caliente, mientras el agua toma temperatura respondo un par de mensajes que recibí por la noche y pongo play a mi lista de música en Spotify, cuando toma temperatura abro la fría, me despojo de mi pijama y me adentro a la ducha, tarareo las canciones que se van reproduciendo y luego de unos minutos me decido a salir, me pongo mi bata y salgo, agarro el secador de pelo y me lo seco mientras hago un poco el ridículo al ritmo de Marc Anthony, una vez que terminé con mi show privado me alisté para mi vuelta al trabajo y como ya estaba un poco hambrienta fuí a la cocina para hacerme el desayuno, mientras respondía algunos mensajes y emails que había recibido en las últimas horas desayuné tranquila. Cuando terminé me puse a lavar todo lo usado, agarré la comida de mi perro y se la eché en su plato junto con su agua para que cuando se levantara tuviera para comer y salí de mi departamento, me debatí unos segundos acerca de si bajaba por el ascensor o por la escalera pero terminé eligiendo la opción más saludable y baje los 4 pisos.
—Hola señorita. —Saludó Marcus, el joven —y apuesto— portero del edificio en el que vivo cuando me vió llegar—.
—Te dije una y mil veces que me digas ____, hace cuanto nos conocemos? eso de las formalidades conmigo no. —Le guiñé el ojo—, que tengas un lindo día
—Gracias, que tengas un buen primer día. —Asentí y le sonreí para luego marcharme—
Salí del edificio y rápidamente me dirigí a mi auto para partir rumbo a Starbucks, la primera parada que hago siempre que voy a trabajar. Puse música para viajar más a gusto y mientras iba conduciendo cantaba aunque eso rápidamente se vio interrumpido cuando la voz de Bruno Mars inundó mi auto y eso solo podía significar una cosa, mi compatriota y amigo Dybala me estaba llamando, aproveché el semáforo en rojo para conectar mi celular con la radio del auto y así poder contestarle
—Que pasa joya? —pregunté.
—Estás conduciendo?
—Si, estoy yendo a starbucks, hoy trabajo
—Cierto, me había olvidado. Todo bien?
—Si, como anda todo por Australia?
—Bien, el clima es fantástico y la gente nos recibió de diez, me gustaría que estés acá, los viajes siempre son más divertidos con vos
—Lo sé, lo sé, pero tengo que recibir a los nuevos jugadores
—Estás emocionada por conocerlo?
-Sí, y lo sabes. Sos un mal amigo porque sé que ustedes se conocen, incluso son amigos y nunca me lo presentaste, no se vale. —Hice puchero aunque él no me pudiera ver—
—Y ya te ped... —Lo interrumpí—
—Estoy en el autoservicio de starbucks, no había cola, que milagro. —Lo oigo reír—.
—Si, que desear para llevar?
—Buen día, un frappuccino de vainilla por favor.
—Enseguida. —Pago mi pedido y vuelvo a la conversación con Paulo—
—Que me ibas a decir?
—Lo que te iba a decir antes de que me interrumpieras. —Lo interrumpo y me río—. Esto me está molestando y mucho.
—Acá está su pedido —Me entrega mi frappe y yo me despido—
—Ok, ahora sin interrupciones, además esta llamada me cuesta un fortuna —dice—.
—Entendido. —Ruedo los ojos mientras saboreo el manjar que me acabo de comprar—. Qué me ibas a decir?
—Te iba a decir que ya te pedí disculpas por eso, no se me ocurrió presentarlos.
—No te preocupes, seguís siendo el mejor amigo del mundo. Ahora preocúpate por el partido y da el 101% de vos, si?
—Si, está bien mamá. Bueno, me tengo que ir, nos vemos en unos días.
—Un beso a todos, suerte.
—Suerte en tu primer día peque
—Gracias. —Le tiré un beso y colgué—
Cuando corté estaba ya casi en el estadio así que no me tomó mucho tiempo llegar, desde un par de cuadras antes pude ver a la multitud fuera del estadio por lo cuál tomé otro camino para llegar al estacionamiento aunque iba a tener que pasar por ahí de igual manera ya que estaban pintando las escaleras. Una vez que dejé mi auto estacionado, agarré mis bolso y mi starbucks y me dirigí hacia la multitud, cuando me vieron empezaron a gritar y me saqué un par de fotos fue después de eso que me dejaron pasar. Cuando entré, al primero que ví fue a Gonzalo que miraba atento junto al presidente del club el fervor de los fans.
—Siempre es así? -preguntó el argentino.
—Si, son así con todos, aunque creo que vos ya estás acostumbrado a esto, o me equivoco? —Le tendí la mano—. ____ Skiver
—Gonzalo Higuaín, no, no te equivocas pero sigue sorprendiendo.
—Si, sé quién sos, soy una gran fan —Me miró y sonrió—Hola Andrea
—Hola. —Me abrazó—. Que gusto verte
—Lo mismo digo. —Sonreí y lo abracé—. Siempre es un gusto.
—Te estábamos esperando. —Lo mira a Gonzalo—, le comenté que la psicóloga del club era argentina y se alegró.
—Era un detalle que no sabía —murmura el pipita mientras se encoge de hombros—.
—Italia está plagado de argentinos —repito su gesto—
—Si, eso es cierto.
—Él va a ser el primero de los nuevos. Mañana te toca Alves, no te olvides... —Asentí— Bueno, me tengo que ir -Se fue rápidamente y nos saludo con la mano.-
—Bien, me seguís? —Él asiente y me deja pasar—
OUTFIT DE ____ 🔻
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