One Piece University

=El paraguas ;)=

Narra Law:

Terminé de contarle todo y ella se sentó a mi lado con una sonrisa, no importa que siempre sonríe.

- Nose ni que decir, fufufu- se rió y yo sonreír- y tampoco sé para que me quejó si total, pasaste peors cosas que yo.

- No, no, tu estas en tus derechos de llorar y de sentir tisteza al igual que yo, pero a mí no me gusta enseñarle al mundo mi lado sentimental así que....nose. Además, para tener ese pasado y sonreír a cada rato tienes que ser una persona bastante fuerte.

- Gracias....ah, se me olvido decirte que....- alguien entró por la puerta.

- Aquí es?.....ah, sí. Robin, ¿me puedes llevar a casa?

- Um, si ¿porque no?

- Que bueno, ahora vamos. Ya se hace de noche y quiero llegar temprano a casa- se acercó a ella.

- Espera, pero Law esta aquí, no puedo dejarlo...- la interrumpí.

- Ah, no te preocupes por mi, ya yo me iba- dije levantándome del sillón.

- Oh, pues toma- me entregó un papel- ese es mi número. Cualquier cosa, me llamas- guiño un ojo.

- E-esta bien. Gracias.

- Vamos, mujer- la tomó del brazo.

- Antes de que se vayan, ¿quien eres?- le pregunté.

- Me llamo Zoro, Roronoa Zoro. Y soy hermano de su mejor amiga ¿verdad?- le miró.

- Si....

- Oh, ok. Adiós.



- Adiós.

Ella cerró la puerta de la biblioteca dejándome afuera y se fue con e peliverde, se notaba que tenía ganas de llevársela. Pero eso no me importó, ya eran las 6:00 de la tarde y todavía estaba en la escuela.

Salí de la escuela caminando, Bepo y los demás se llevaron el carro y no traía el celular para llamarlos. De camino, empezó a llover y tuvé mojarme.



Mientras caminaba, recordaba como las lágrimas bajaban por las mejillas de Robin, pensaba como si esas gotas de lluvia fueran las lágrimas de sufrimiento de ella. Me sentía ahogado al pensar lo mucho que tuvo que soportar ella.

- Nico-ya.....- susurré.

- Todo lo que has tenido que soportar...- dije con la mirada caída- pero no te preocupes- sonreí- estaré hay para cuando lo necesites!- miré el papel que me había dado e imaginé sus delicadas manos escribiéndolo. Para luego, volverlo a guardar.

Llegué a casa y golpee la puerta suavemente, la cual abrieron.

- Ah, Law. Hasta que alfin llegas, pensamos que te quedarías toda la noche con la señorita- todos se miraron, excepto Bepo que no entendió nada.

- Hay porfavor! Acababa de conocerla..- me sacudí el cabello.

×××

- Ah, hicimos ya el almuerzo, si quieres allí esta. Pero tendrás que calentarlo.

- Claro que no, YO lo hice!- contestó el pelirojo.

- Lo siento..!- se disculpó Bepo.

- Porque te disculpas!- el par de gemelos hablaron.

- Me dejan pasar?- pregunté.

- Ah, lo siento!- se disculpó Bepo.

- Porque te disculpas!!!