Parte 2 / Final.

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Dae quedó desconcertado al ver la reacción del menor, él no era tan idiota, como para no notar que esos preciosos ojos almendrados se tornaron tristes después de su comentario. Siguió al niño con su mirada, para fruncir el ceño cuando Dong le abrazo con fuerza. No le gustaba para nada la cercanía de esos dos. Dejo a un lado su copa vacía, para ir a quitarlo de entre los brazos del moreno, pero al levantar su cabeza ya no estaban donde los vio.

Ji Yong se encerró en su casa por días, quería morirse al ser tan estúpido de no ver en lo que se convirtió Daesung. Acostado en su cama, cerró los ojos, permitiendo que las lágrimas rodaran libremente hasta la almohada. Debió hacerle caso a Mino cuando le advirtió que se alejara de él.

Young Bae caminaba con la cabeza gacha por los pasillos de la escuela, extrañaba a Ji pero tenía que dejarlo superar esto solo, él era el único que podía luchar esta batalla. Saludo a un par de personas que le felicitaron por el tercer lugar cuando su mirada se posó sobre el causante del dolor de su mejor amigo. Allí estaba el imbécil de Daesung acorralado en una esquina dejándose manosear por la líder de porristas Gong Minji.

Sintió como la sangre le hervía, ese miserable se la pasaba coqueteándole a Ji todo el tiempo alimentando sus esperanzas mientras continuaba jugando con las zorras de las porrista. Acelero el paso y sin medir consecuencias estampo su puño sobre la enorme nariz del rubio, que lo recibió directo.

Los estudiantes corrían por los pasillos desesperados por hacerse con el mejor lugar para ver la pelea que en ese instante se desarrollaba entre el mariscal de futbol y el sub líder de alegría. Con sus teléfonos en mano, transmitían directamente a través de periscope la lucha, que parecía más una lucha de box profesional. La gente grita y las apuestas corrían con cada golpe que daban los dos. La sangre ya teñía sus camisas y la desesperación se reflejaba en sus rostros. Mino iba tranquilo hacía su clase, cuando escucho a dos estudiantes comentando la pelea que veían por su celular, desesperado al escuchar esas noticias fue en busca de su líder y amigo, no podía permitir que Dong matara a Kang, por qué si lo que escucho era correcto, iba a terminar de esa manera.

Bae sacudía su cabeza tratando de recuperar un poco la lucidez después de que de la nada un Choi histérico llegara a defender a Kang asestándole un puño. Escupió sangre al suelo y recordando el rostro de Ji Yong lleno de lágrimas se lanzó contra el imbécil entrometido. Mino no creía lo que veían sus ojos tan pronto como llego a buscar a su amigo, Kang y Choi yacían en suelo inconscientes mientras un endemoniado Young Bae les gritaba que se levantaran para ver qué tan hombres eran, trago saliva y saltándose los cuerpos tendidos se acercó al moreno para intentar calmarlo. Ji se lo había advertido a Mino con anterioridad, Bae era la persona más noble que conocía, pero furioso se transformaba en un ser que no distinguía entre amigos o enemigos.

Ji limpiaba con saña las heridas en el rostro de Young Bae al ver una retransmisión de la pelea en youtube, era increíble que su amigo se fuera a los golpes con los otros dos y que en medio de su estallido de ira los dejara para recoger con cuchara. Bae se quejaba cada vez que sentía el apósito tocar su cara, comprendía en parte la molestia de su amigo, pero no iba permitir que se burlaran de él, ya suficiente habían tenido con los años de escuela.

--¡Ya deja de ser tan tosco Ji Yong!—Se quejó cuando una gota de alcohol en su ojo.

--Debería sumergirte en una tina con llena de antiséptico para que maduraras. ¡Casi los matas Young Bae, de nuevo te dejaste guiar por tu ira!—Respondió exaltado.

--Se lo merecían, no me arrepiento de nada. Si por mí fuera les hubiera arrancado sus testículos para hacérselos tragar—Se quejó de nuevo por el ardor.

Foolish LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora