Mi musa

Belleza natural

Era prácticamente perfecta, su largo cabello color avellana, su hermoso rostro que no se igualaría al de ninguna pintura creada, su piel blanca como la porcelana, sus labios de un rosa tentativo eran tantas las cualidades que encontraba Hades en esa joven muchacha ¿Acaso eso sería lo que los humanos describían como amor a primera vista?

Seguramente muchos se preguntaran ¿Cómo comenzó dicha obsesión? Pues como toda historia esta tiene un comienzo:

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Hades caminaba sin rumbo alguno por aquel bello campo de flores, era el único en todo el inframundo y en el cual obtenía la inspiración necesaria para pintar pero aquel día no sería igual a los otros.

Pudo sentir un débil cosmos, similar al de una pequeña flor al acercarse a la zona en la cual provenía dicho cosmos pudo ver a una joven profundamente dormida, se acercó a ella con mucha cautela y al ver su rostro sus mejillas se cubrieron de un brillante carmín.

No lo pensó dos veces y la cargo al estilo nupcial para llevarla a sus aposentos en el palacio.

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Y desde que la vio no había despertado, la cabeza del dios griego se llenó de dudas ¿Cómo había aparecido semejante belleza en aquel lugar? ¿Era una humana o acaso alguna semidiosa?

Pasaron unos minutos y la joven abrió sus ojos dejando a Hades contemplar aquellos hermosos orbes color zafiro.

¿?: ¿Dónde...?

Una voz melodiosa y angelical fue lo primero que le vino a Hades a la mente al escuchar la voz de la muchacha y por inercia le sonrió de una manera dulce haciendo que las mejillas de la menor se cubrieran de un bello escarlata.

Hades: (Sonriendo) Bienvenida a mi Palacio señorita, soy Hades el gobernante del Inframundo ¿Cuál es el nombre de esta bella flor que tengo la dicha de contemplar?

Selene: S...s...soy Selene, muchísimas gracias por cuidarme.

Hades: No es nada ¿Puedes levantarte?

Selene: S...Si.

La muchacha se levantó de la cama matrimonial permitiendo a Hades apreciar la belleza completa de la joven.

Hades: (Sonriendo) Verdaderamente hermosa.

Selene: (Roja) ¿Q...Qué?

Hades toma el mentón de la muchacha obligándola a mirarlo, a causa de esto el rostro de la joven se cubre de un rojo brillante.

Hades: (Sonriendo) Eres tan hermosa.

Selene: (Roja) G...gracias...

Hades se acerca lentamente al rostro dela muchacha hasta quedar a escasos milímetros.

Hades: (Susurrando) A partir de ahora serás mi Musa.