Cicatrices que florecen.

66 1 0
                                    

El mundo supo, desde el instante en que nos vio juntos, 
Que seríamos como el iceberg y el Titanic, 
Una tragedia inevitable, 
Destinada a naufragar.

Yo lo amaba, aunque a veces, sin pensar, 
Quemaba todo a su alrededor, ignorando mi presencia. Él debía estar en control. 
Mientras yo era un río que debías dejar fluir, 
No me podías domar. 
Él era pétalos blancos, fáciles de arrancar, 
Mientras yo era ortiga, que no me dejé abrazar, 
Y en contacto con tu piel dejé manchas dolorosas que no supe cómo curar.

Fuimos cicatrices, 
Esas que no dejamos sanar, 
Y hoy nos duelen más que nunca.

El tiempo jugó un papel crucial 
En nuestra historia, 
Y le creímos mientras sufríamos en nuestras camas, 
Deseando la cercanía del otro.

Supuestamente, nos olvidaríamos, 
O eso nos hizo creer el tiempo. 
Él era pájaro enjaulado en su tristeza, 
Mientras yo era ave libre, que nunca se detuvo, 
Ni por su amor dejé de volar.

El infinito era un reto tentador, 
Que no estaba dispuesta a dejar ganar, 
Olvidando que su alcance era imposible, 
Siempre sin fin.

Pero su amor terminó como el verano se desvanece, 
Sin que lo notáramos. 
Él no fue infinito, 
Tampoco fue mío. 
Solo pertenece al viento frío que congeló mis alas con su partida.

Dejándome con las ganas de ser bandada, 
Así quizás hubiéramos calmado nuestra soledad. 
El amor no fue suficiente para sanar las cicatrices que causamos, 
Y el tiempo ya no importa.

Cumplió su deber de "olvido". 
Me olvidé de que debía olvidarte, 
Me olvidé de soltarte de mi alma. 
Pero no puedo.

No te juzgo, 
No me juzgues si algún día me ves, 
Y sigo en el mismo lugar donde me dejaste.

Tres Flores De PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora