Eliminando el cliché

1: La oferta de trabajo

Bajo las escaleras de mi casa alegremente. Me dirijo a la cocina, ya que mi padre está haciendo el desayuno.

—Hola mamá — saludo a mi madre que está sentada en la pequeña mesa, la que utilizamos para... Bueno, en realidad solo la utiliza mamá para sentarse ahí todas las mañanas mientras mi padre cocina.

—Hola Huggy, —me responde mi madre cariñosamente, me llama "Huggy" desde que tengo memoria, y la verdad ese apodo es odioso— ¿no hace un buen día para buscar empleo? Ya sabes, el sol brilla, los pajaritos cantan...

—Mamá, está lloviendo. Y no voy a buscar trabajo hoy, —le respondo algo serio. Normalmente soy muy alegre y optimista pero este tema me saca de mis casillas- ya he enviado mi currículum a muchas cafeterías (aunque sabes bien que tengo pésima memoria), a muchas tiendas de mascotas (aunque los pájaros me odien) y a millones de hamburgueserias aunque sabes que será una tortura convivir con alimentos y no poder comerlos.

Vale, estaba actuando como un niño malcriado al que no le compran un juguete, ¡pero es que no me aceptaban en ningún trabajo! ¡Era como si tuviera una maldición que me impidiera trabajar en ningún sitio!

—¿Estáis castigando a Huggy?—dice con voz dulce Laia, mi hermanita de seis años.

—No cariño, —responde mi padre cogiendo de la cintura a mi hermana y dejándola a la altura de su cabeza.

—Jope, yo quería que lo castigarais — dice mi hermana bajando de los brazos de mi padre—. Padre, madre, me despido. Llamadme cuando el desayuno esté listo o cuando hayáis castigado a Huggy; lo que llegue antes.

Y sube a su cuarto, así sin más. Su cabellera rizada se mueve a cada paso que da.
A veces pienso que mi hermana tiene diez años más. Físicamente nos parecemos mucho, los dos somos delgados, muy altos y con el pelo tan rizado que hace falta muchísima gomina para mantener un solo mechón quieto.
En cuanto a la personalidad... Yo soy alegre, divertido, optimista y con la pasión de leer y escribir. Y ella... Bueno, es una niña muy dulce con mis padres pero con los demás es como si le hubieran pisado la cola a un perro enorme, agresivo y extrañamente inteligente. Es mi hermana y la quiero pero debo admitir que es chantajista, mentirosa, adorable por fuera pero un alma vacía que se alimenta de la desgracia de los demás por dentro y supongo que ella por lo único que siente pasión es por las bromas pesadas.

En mi casa somos 5 personas. Mi mamá, que con suerte puede preparar un vaso de agua sin que algo explote inexplicablemente. Luego va mi papá, que trabaja en una empresa de fabricación de gomas para borrar (si, trabaja haciendo gomas que luego todos perdemos, ¿casualidad? No lo creo) y es nuestro chef personal. Mi hermano Simon, el mayor, el perfecto: trabaja, tiene una casa propia, una novia con la que se casará dentro de poco, hace grandes donaciones para caridad desinteresadamente y nos visita todos los sábados, sin faltar, y solo tiene 22 años. Personalmente creo que tiene una máquina del tiempo por qué yo apenas tengo tiempo para vivir y solo escribo en una página web, como y duermo; soy fácil de entender. Según la edad, si vamos de menor a mayor, ahora voy yo. Como dije antes, soy fácil de entender: adoro leer y escribir, terminé los estudios y no he vuelto a pisar una escuela, no voy a la universidad, como y duermo si no estoy por ahí pensando en mi serie favorita de todos los tiempos o escribiendo. Fin. No hay más vida que contar.
Y por último viene Laia, dice que cuando sea grande montará una empresa en la que fabricará unicornios ,que la gente tenderá que pagar cada mes, y que si no pagan el unicornio los matará sin dejar pruebas. Palabras textuales de mi hermana.

—Bueno cariño, el delicioso desayuno que te he preparado está listo— comenta mi padre después de estar unos treinta segundos callado, para él casi una misión imposible.

—Vale papá, seguro que está horrible.

—¡Ni que estuviera cocinando tu madre!—ríe mi padre.

Mi mamá nos golpea con la chancla a los dos casi inmediatamente. Aseguro que nada duele más que los chanclazos de tu madre. Nada.

Después de tomar un rico desayuno preparado por mi padre me subo a mi BatiGuarida alias habitación.

—Turuturu tuturu tara ¡Batman!-tarareo la canción de Batman en voz alta.

—¡No me extraña que no tengas novia!—me grita Laia desde su habitación cuando estoy pasando por allí.

—¡Tú tampoco tienes novio, Estupida!— le contesto divertido

—¡Pero yo tengo 6 años y tú 20 aborto de dinosaurio!— ¡santa papaya! Tiene razón. No sé cómo puedo escribir sobre amor si apenas he tenido dos novias en mi vida.

Me encamino de nuevo a mi habitación (barra BatiCueva secreta) pero pienso un poco en Simon. Él siempre fue el favorito de mis padres, aunque intentaran disimular un poco. No los culpo, es el hijo perfecto: buena persona, independiente, trabaja desde la edad mínima permitida, ha estudiado una carrera y tiene una buena vida. Al menos es el feo. Obviamente me llevé la poca belleza de mi familia.

Cierro la puerta de mi habitación y enciendo el ordenador. Entro a una web para escribir y leer llamada "YourHistory". Llevo varios meses escribiendo ahí y mi novela es bastante famosa.

...

Tengo sueño. Pero no quiero dormir. Pero tengo sueño. Pero no quiero dormir. Necesito... Escribir.

Al final me permito dormir un poco, dejo el ordenador a un lado de la cama y me preparo para echar una siestecita.

De repente Suena una notificación de YourHistory en mi teléfono móvil. Me decido a abrirla. Es un mensaje del usuario oficial de YourHistory.

"¡Hola! Hemos podido observar mediante tus historias que no te agrada mucho el cliché que está gobernando la mayoría de historias en nuestra web.
Nos gustaría saber si aceptarías un trabajo muy emocionante (y muy bien pagado). Te explicamos todos los detalles en el e-mail que recibirás en unos minutos con total seguridad.
Muchas gracias y esperamos que aceptes <3"

¡Santos macarrones con queso!
Vale, voy a analizar la situación objetivamente:
Yo soy un joven adulto normal que escribe en YourHistory para que todos los que lo deseen puedan leer mi historia. Bien, YourHistory me ha dado una oferta de trabajo. Yo no tengo trabajo. Necesito dinero y un trabajo me dará dinero.

Recibo el e-mail nombrado en el mensaje de YourHistory y lo abro para leerlo.

Después de unos minutos de leer y releer el e-mail bastante sorprendido bajo como un rayo al salón y empiezo a llamar a mi madre a gritos.

-¿Qué quieres? -me dice mi madre con voz adormilada y pinta de ser un zombie- Estaba durmiendo, estupido.

Su cabello rubio está enmarañado, sus ojos verdes se encuentran medio cerrados, parece mucho más bajita debido a que está con la espalda encorvada y tiene un hilo de baba que viaja desde su boca a su mandíbula. En verdad es preciosa y una genial madre, aunque tenga muy mal carácter, pero con ese aspecto de muerta viviente nadie lo creería si no la conocieran.

-Mamá, iré a una entrevista de trabajo.