Prólogo.

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Tengo que llegar con las chicas a la prepa para entregar el memorándum de calificaciones y tramitar el certificado...

-Hola buenos días...-me dice un extraño en la calle, me tomó del antebrazo.

-Ay hola...-lo miro de arriba abajo, un muchacho, mas o menos mi edad, mas o menos fuerte, medio apendejado, ay perdón, se supone que estoy reconstruyendo mi vocabulario al de una universitaria, tenía una cara del vil pelmazo.- adiós- continuo safandome de su agarre y queriendo seguir con mi camino.

-¿Sabes donde esta la facultad de veterinaria?- masculla rápidamente; no tenia cara de pelmazo, tenia cara de foráneo.

-Ah, claro que si, mira, camina por esta calle y llegaras a San Francisco...

-Pero ¿Como que a San Francisco? ¡Acabo de pasar por un templo!- me interrumpe.

-Así es Morelia, mira te decía que...-vi su cara, rectifico amigos, si es de pelmazo-... ¿De donde eres?

-De Pachuca.-me responde.

-Ah, con razón, que caray, mira caminale aquí todo derecho y llegaras a San Francisco y ahí tomas una combi roja que te llevara por el acueducto y te bajas por- su cara es de duda suprema- no me estas entendiendo nada ¿Verdad?

-La verdad no.- responde.

No tengo tiempo para esto, miro mi camino, miro a mis amigas, "Apurate" gesticula Vania, miro a el muchacho, pobre, no ha de saber ni donde esta parado el pen... Sonso.

-Ay, chingue su madre- murmuro como de costumbre antes de hacer una pen... Cosa mensa, debo cambiar mi mascullo si quiero sonar universitaria.- vayan sin mi chiquillas ahorita las alcanzo.

-¿Que? ¡Camila!- dice Mafi.

-Ahorita llego, apartenme mi lugar en la fila ¡Corran!- miro al perdido, ahora yo lo sujeto de la mano- apurate.

-¿A donde me llevarás?- me pregunta.

-Te voy a vender para que te prostituyan- lo miro como si fuera un estúpido- ¡A que tomes el trasporte! Pen... Sonso!

-¿Pensonso?- se ríe.

No puedo evitar reír también, si suena bien sonso eso.

-¡Callate!- le digo aun riendo.

Llega la hora de cruzar ma calle y lo tomo mas fuerte de la mano, odio con mi alma entera cruzar la calle.

Camino rápido y finalmente llego a la banqueta.

Exahalo.

-¿Te da miedo cruzar la calle? ¿Y vives en una ciudad capital? Cuan ridículo es eso.

-Casi tan ridículo como no saber donde tomar el transporte a un destino que tampoco sabes donde esta.- le digo.

Se le borro la sonrisita... A verdad.

Detengo una combi roja.

-Disculpe señor- hablo por la ventanilla al chofer- ¿Usted pasa por veterinaria?

-Si señorita.

-Ya oíste metete en esta.- le digo al perdido, éste entra- señor- me vuelvo a dirigir a el conductor- ¿Podría usted detenerse cerca de la facultad de veterinaria para que mi amigo que no es de aquí pueda bajar? Es que él no sabe donde bajar ni nada, le pago dos pasajes si quiere.

-Bueno pues.- dice.

Camino a la puerta.

-Oye, perdido, dame 14 pesos o sabes que, pasaselos al chofer, asta nunca y mucha suerte- le digo ya caminando hacia la carretera.

Nunca volvería a saber de él, al menos no pronto.

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