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"El pasado regresa"

Diez años antes...

Ella, tan hermosa y llena de vida, se encuentra esperando en donde justo Andrés le había dicho, en aquella casa de árbol que desde pequeños jugaron hasta quedar dormidos.

Lleva un vestido rosado, lo cual le hace mostrar su inocencia a flor de piel. Sus ojos grises y su melena rubia lo tenía totalmente hipnotizado.

Caminó hacía ella con una flor en mano, la había cortado del jardín de su madre.

Andrés la escondió detrás de su espalda y se sentó a su lado intentando ocultar su estado nervioso.
Los ojos de ella brillaron y sonrió dejándole observar esa sonrisa inigualable.

—Hola, osito. —siempre solía llamarle así como un apodo de amistad, mientras que él le apodaba "cerebrito", por ser la más inteligente de clases.

—Hola, cerebrito —saludó apenado—. Te he traído algo.

Un sonrojo se expandió en sus mejillas, y ella totalmente confundida no dejó su sonrisa a un lado. Lo miraba intrigada por la forma de su amigo actuar.

—¿Un chocolate? —preguntó entusiasmada y él negó con una hermosa sonrisa, recordando que ella ama el chocolate.

—Esta vez te he traído esto. —le pasó la flor y ella sonrió al verla, adoraba las flores rojas. La acercó a su nariz y olió su aroma suspirando mientras esos ojos la observaban con amor.

—Es hermosa, gracias, osito. —lo abrazó dejándolo sin palabras por su reacción y por tenerla tan cerca. Su corazón quería salirse de su pecho por la emoción que le invadía.

Se quedamos unos minutos en silencio, observando los pájaros volando, la tarde de primavera y el hermoso paisaje de Los Ángeles.

—Ericka..., tengo... que confesarte... algo —mencionó con una voz temblorosa.

Los nervios se apoderaron del pobre Andrés, sus manos sudaron y no supo a donde mirar, sentía que se perdía en sus ojos.

—Puedes decírmelo.

Suspiró y decidió ser mas valiente, así como su hermano Adrián, él sabía lo que quería, siempre ha mantenía un carácter fuerte, pero nunca lo desamparaba. Aunque... ya sospechaba que su cercanía con Ericka había aumentando bastante, y las dudas de que ella si ella le gustaba al igual que él, lo atormentaba.

No quiso pensar más en aquello y se enfocó en confesarle a ella lo que siente.

—Estoy enamorado de ti.

La sonrisa se había borrado del rostro de Ericka, y la flor cayó al suelo, ella se levantó de inmediato un tanto aturdida por aquello.

—Lo siento, yo estoy enamorada de tu hermano Adrián.

Y rompió su corazón en pedazos.

Después de esa penosa y triste tarde, su hermano Adrián le había confesado que la amaba, y para terminar de joderle la existencia al pobre muchacho, se hicieron novios. Andrés se sentía devastado, y más cuando su hermano supo que él se había declarado ante su novia.

—Un hermano no se puede enamorar de la novia de su propio hermano. Me has decepcionado, por el momento no me hables —le dijo molesto rompiendo el alma de Andrés.

Prometió olvidarla, luchó para que Adrián volviese a tratarlo como antes, pero las cosas habían cambiado al poco tiempo después. La relación de Ericka y Adrián acabó en el momento que ella prefirió irse a un instituto de Roma, que quedarse junto a él.

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⏰ Última actualización: Nov 12, 2022 ⏰

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