Adicta a la nicotina desde que la probé de tus labios, y es que no, ella no me va a abandonar como lo hiciste vos.
Aún te tengo grabada en piel, tus besos salvajes y dulces como la miel y es obvio,
supiste hacerme irracionalmente feliz, más no supiste serlo junto a mí.
Hoy es casi intolerante tu ausencia. Entonces yo debería conformarme nada más la situación?
Irte y dejarme sin más con esta adicción...
Igual te perdono, porque eras tan calida junto a mi. Todo mentira, tus palabras, besos y caricias.
En qué fallamos princesa? Yo lo hice? O simplemente no éramos lo que creí que el destino dice.
Quizá debí haberte pedido que te quedas más tiempo, que te atreviera a intentarlo,
amor, me arrepiento, solo deje que te fueras pensando que ibas a querer volver, que ilusa soy, más no quiero ser injusta. Tu felicidad, también era la mia o eso creía, cuando te pedía que dejarás de fumar, porque es que esta claro que te hacía mal. Entonces la que fumaba era yo esperando encontrarte en algún lugar pero no con alguien más.