Una Adolescente con Insomnio

AMOR DE VERANO

Se llamaba Mar, venía a mi pueblo todos los veranos. 

En verano, todo era divertido, nuestros padres nos dejaban libres. Mar era extrovertida, divertida y un poco loca, de esas que te hacen reír. La conocía desde pequeña. Pero ese verano, de los 17 años, fue en el que Mar y yo nos descubrimos. Cuando  llegó el pueblo la encontré más linda que nunca, quizás porque la observaba de otra forma. Me gustaba se veía dulce y me volvía loco. No tenía mucha experiencia con las chicas, mi vida era muy normal, estudiaba y algunas otras cosas, pero de repente al verla sentí algo diferente. Me costó acercarme porque ella parecía pasar totalmente de mí. Por las tardes íbamos a la pileta, después a cenar, nos reíamos, jugábamos a las cartas, esos veranos ¡fueron los mejores! Pero aquel terminó siendo único. Poco a poco pude ir acercándome más a Mar. Al final, una noche, nos quedamos solos y nos fuimos a dar un paseo. Es todo como muy de cuento, al recordarlo con los años no sé si he terminado idealizándolo. Llegamos hasta el río y nos tumbamos en la hierba. Era una noche perfecta, muchas estrellas en el cielo, temperatura agradable, el ruido del mar, ella. Fue ahí cuando nos besamos y fue precioso, agradable. Fue una noche súper especial, la recuerdo con mucho cariño y a ella también. Pasamos juntos el verano, nos hicimos "novios" pero como pasa en estos casos, y por eso son amores de verano... terminó en cuanto desapareció el calor. Ella se marchó, nos mandamos alguna carta pero todo se enfrió. Al verano siguiente volvió pero vino con su novio y todo terminó, sabíamos que tenía que ser así, no sufrió nadie, al revés, fue todo natural y bonito, al menos, para mí.