Una Adolescente con Insomnio

Artemisa

Nicolás se encontraba en una excursión en la selva Misionera, junto a tres de sus hermanos en busca de nuevas especies químicas. Llegaron una mañana a un inmenso lago de agua cristalina, donde se podía observar los peces y rocas en su fondo. Se hizo de noche y prendieron una fogata, al poco tiempo el sueño los venció y quedando dormidos. Los primeros rayos del sol se asomaron provocando que Nicolás se despierte y saliera a caminar hacia el centro de la selva, había dejado a sus hermanos atrás pero había llevado una radio para poderse comunicar. Nicolás llevaba tiempo caminando y observando el lugar que lo rodeaba, arboles de inmensas hojas verdes y flores de colores violetas, azules, panales de abejas, aves y ruidos provenientes de todo tipo de animales. Más adelante su mirada se fijó en una planta con espinas, y largos tallos verdes y flores amarillas, camino hacia ella, se sentó y comenzó a dibujarla pero cuando fue a oler su flor sintió un fuerte mordisco en su tobillo, miro hacia abajo, una serpiente coral que había depositado su veneno en aquel lugar, "Es mi fin "pensó, llamo a sus hermanos para que fueran a buscarlo pero no lo encontraban y se estaba haciendo tarde, en un ademan de levantarse Nicolás tomo la flor que había observado en su mano y sintió un alivio enorme, pues la picadura mágicamente desaparecía; "Quizás es un remedio natural o estoy alucinando" dijo, pero nadie podía confirmarlo, segundos después se desmayó. Habían pasado tres días cuando Nicolás despertó en una habitación blanca y fría, estaba en un hospital y a su lado se encontraba Pedro su hermano quien le conto que lo había encontrado desmayado y con una picadura de serpiente pero según los médicos no contenía veneno, quizás aquella flor que encontró era un magnifico descubrimiento, un remedio milagroso que se llevó el nombre de la diosa griega Artemisa por sus poderes curativos.

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