Historias de una Actriz

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 Había tenido la esperanza desde que lo conocí, aquel  morocho de unos 24 años, sus ojos marrones y una sonrisa perfecta que enamoraba a cualquiera y podía decirlo porque quizás fui una de las tantas que callo en esa magnifica curva de su rostro. 

 Nos conocimos en un grupo musical, actuábamos y cantábamos juntos por el motivo que al final del mes presentaríamos una obra musical llamada Otelo. Para mi unas de las mejores obras escrita por  William Shakespeare  después de Romeo y Julieta.

Siempre sentí una atracción hacia el, nuestras miradas se cruzaban constantemente. Cuando Otelo se casa con Desdèmora (nuestros personajes), aquel beso que no podíamos ensayar por cierta "timidez". Pero aun recuerdo sus ojos y lo dijo en pasado por el hecho que ya no puedo verte. 

La noche de estreno, no habíamos tenido tiempo de ensayar nuestra boda, nuestra falsa primera noches. Pero al momento de subirnos al escenario y observarnos, nuestro "miedo","nervios" se evaporaron como el humo del cigarrillo.  

Llego la parte mas esperada por todos el momento de la ceremonia. Fue tan sencillo, perfecto e increíble, estábamos enamorados y ambos lo sabíamos nos habíamos dicho todo con aquel tan simple acto. 

La función termino, luego de tragedias, drama  y amor nos llevamos los mejores aplausos, en la salida las fotografías y autógrafos no paraban de salir. 

Lo maravilloso fue el momento de despedirnos y simplemente me tomo suavemente de la cintura y corrió uno de los pelos rebeldes de mi cara y lo coloco en mi oreja.

Como una película me miro a los ojos y me beso. 

Vivimos una hermosa historia de amor y me reitero al pasado porque como Otelo nuestra obra se convirtió en la definición perfecta de nuestra historia de amor. Y no quiero joderlos el final, sus celos no terminaron en una magnifica tragedia sino que en un dulce y amargo adiós. 

Una Adolescente con InsomnioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora